viernes, 20 de abril de 2012

Varias cosas varias

Lo primero, un artículo de Pérez Reverte que me ha llegado bastante... hoy es un día difícil para muchos padres y para algunos hijos. Teníamos planes de alquilar un coche y pasar el fin de semana dando vueltas en torno a Lituania, pero la vida se cruza, como todo, a veces en silencio y por un lateral, de forma que no la ves llegar hasta que ya la tienes encima. Así que tenemos una baja y no nos moveremos de aquí hasta que Nacho no vuelva de España. Ánimo. 

Y ahora voy a contaros mi miércoles.
A mí no me gustaba Vilnius.
No me gustaba nada, pero nada.
Lo saben mis amigos de aquí, que se tienen que esforzar para convencerme de que vaya. Lo saben quiénes han venido de visita (familia, amigos): Vilnius es una ciudad que me pone de mal humor, sin motivo. Sólo fui una vez por gusto: el 15-O, cuando las protestas. Las otras cuatro: visita en verano, visita al inicio del semestre,  visita con la familia, visita con Baldo y Villar, las hice por obligación y -tengo que pedir perdón!- no contagié a los visitantes el entusiasmo que siempre se requiere para enfrentarse a una ciudad con bastantes grados bajo cero, nieve y demás...
En fin. Que Ana me sugirió que podíamos ir a hacer unas compras ayer (como te vas a ir pronto y taaaaal...), porque llevábamos tiempo queriendo buscar algunos libros sobre Lituania, y en Kaunas no hay abundancia de librerías, precisamente. Así que, a falta de una buena excusa -porque no la tenía-, le dije que sí, y ayer a las 11 nos pusimos en marcha. Qué agradable cuando llegamos, caminando bajo el sol en camiseta (en camiseta, por fin!). Vimos un par de iglesias, el Ayuntamiento, las terrazas, las flores, la gente en la calle... y nos dedicamos a las compras.
Un libro de Lituania, otro de cuentos en inglés y lituano y una enorme bandera amarilla (por el sol), verde (por la tierra y los campos) y roja (por la sangre derramada en la lucha por la independencia) que colgaré de la pared en cuanto vuelva a casa; ésas fueron mis adquisiciones. Y cuando ya nos íbamos, descubrimos una tienda con el nombre de "Baltijos Muzikos". Era como una cueva, y escaleras abajo descubrimos a un chico majísimo que alucinó cuando empezamos a preguntarle por grupos de folk pagano, y nos pasamos una media hora larga con él escuchando diversos cd's hasta que nos decidimos por uno. 
Para terminar el día, fuimos a Uzupis, el barrio de los artistas, y mi lugar favorito de la ciudad. Cruzas el río por un puente repleto de candados y cambia la atmósfera: las paredes con cuadros, calles desordenadas, columpios colgando de los árboles... y la constitución, la querida constitución, con artículos como: 
  • "Todo el mundo tiene derecho a cometer errores"
  • "Todo el mundo tiene derecho a dudar"
  •  "Nadie tiene derecho a ser violento"
  •  "Todo el mundo tiene derecho a ser feliz, 
  • a ser infeliz, 
  • a estar en silencio, 
  • a tener fe, 
  • a llorar, 
  • a no tener miedo...".
  • "Cada uno es responsable de su propia libertad."

Damos un paseo y me siento a leer en un columpio mientras Ana va a visitar la enésima iglesia. Empieza a refrescar y decidimos volvernos. Callejeamos hasta la parte alta de la ciudad, y cogemos un bus de vuelta. Al llegar al dormitorio vemos una figura con moño haciendo extraños pasos de baile. Nos acercamos, es Young-Wook, bailando capoeira en el parque. Charlamos un rato con él y subimos para el cuarto, pero antes de llegar paramos otra media hora larga en el pasillo para enseñar las compras a la concurrencia.

Cómo lo voy a echar de menos :)

ANDA! Raphael en el garito más punk y underground de Kaunas!(fue un momento muy surrealista)

No hay comentarios:

Publicar un comentario