jueves, 29 de noviembre de 2012

Consejos para futur@s aupairs (2)

Bueno, la semana está siendo bastante intensa, y no por cosas buenas precisamente, pero intento tomármelo con filosofía.

Una de las cosas fundamentales, vitales, a la hora de encarar esta experiencia es hacerse con una lista infinita de preguntas sobre la rutina de los niños y conseguir que los padres las respondan. Porque si no, luego vienen las dudas existenciales cuando los niños tratan de torearte, y tú te niegas, por ejemplo, a que llenen la bañera hasta arriba, y ellos se deshacen en llanto gritos estridentes y repiten eso de que "voy a decirle a mamá que no te portas nada bien conmigo" y tú te subes por las paredes. Y te subes más por las paredes cuando te das cuenta de que tu criterio vale de poco, porque parece ser que sí, que llenar la bañera hasta el máximo está permitido (y merendar pan con nocilla + un gofre + un bocadillo, también). Así que ya sabéis, que los padres os den las normas claritas, para que sepáis a qué ateneros.

El problema -que puede tocar un poco la moral, como me pasó a mí el martes- viene cuando tú crees que te estás adaptando bien, que todo va fluyendo, que todo ese tiempo empleado en ver películas de Disney, trenzarles el pelo, jugar a las muñecas y leerles cuentos antes de dormir está dando sus frutos y las niñas ya te han cogido cariño. Porque entonces una de ellas deja tirados los juguetes por millonésima vez, y cuando le dices con mucha calma que no eres su esclava, la niña -de cinco años- te dice muy seria: mira, yo vivo aquí y tú no, y tú estás trabajando para mí, porque mis padres te pagan, así que soy yo quien decide. Y sale corriendo escaleras arriba a encerrarse en cualquier habitación. En un momento así hay que intentar mantener la calma a toda costa, porque perder los nervios no sirve de nada... aunque obviamente razonar con ella tampoco. Inventiva al poder, y -si alguien es tendente a llorar de la rabia, como yo- que no lo haga delante de los críos, por supuesto.

Lo bueno de esta semana, es que está aquí la abuela de las niñas, que ha venido de visita. Y si la madre las requetemima y consiente, la abuela las lleva más derechas que un palo, y no se deja engañar por lágrimas de cocodrilo. Además a ella la entiendo perfectamente porque vocaliza con más claridad, así que ya tengo más argumentos a la hora de combatir las rabietas de Juliette. Lo gracioso es que como no se espera que le hable en francés, en cuanto le digo algo en ese idioma se le corta el llanto.

Pero bueno, no todo iban a ser malas noticias, me llegó una carta de Madrid :) que me vino de perlas para calmarme y leer informaciones muy interesantes. Un besazo, tía! Y la madre me comunicó con mucha alegría que han decidido que los meses que no voy a trabajar enteros (diciembre y enero), me los van a pagar como si lo hiciese, según ella porque "así me ahorro el trabajo de tener que estar contando los días, es más cómodo para mí". Pues nada, oiga, ante todo su comodidad.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Oligopoly - Salvados

Ésta es mi dosis de realidad para esta noche. Por si alguno aún no lo ha visto... ;) Enjoy it.
¿Por qué pagamos tanto por la electricidad?
A ver qué nos cuenta Jordi Évole


Chocolate week y Delirium (tremens)


Bueno, ya iba siendo hora de cumplir con alguna tradición belga más allá de los mejillones, las patatas fritas y los gofres. Así que siguiendo por la senda "gastronómica", el sábado por la noche me dejé caer por Delirium. A quién aún no lo conozca, le aviso: es visita obligatoria para cualquiera que visite la ciudad y quiera disfrutar de una deliciosa cerveza típica (o no tan típica). Y hay que ir preparado, porque impresiona y mucho... no sabría decir si por la enormidad del edificio -tres plantas inmensas de ambientes diferentes-, la abundancia de la decoración, la inmensa cantidad de gente que hay, o su carta de más de DOS MIL cervezas de todo el mundo. (Y sí, no es de boquilla, encontré cervezas de Turquía, Palestina, Lituania o Togo). Además, cabe destacar la música, mientras estuvimos allí pudimos escuchar el Shook me all night long de ACDC, The Passenger de Iggy Pop o Paint it black de los Rolling. Lo que viene siendo un placer para mis oídos.


 Ahora os hablo de la compañía: un grupo de estudiantes bastante variopinto y formado muy al azar. De aquello de que uno tiene un par de amigos que conocen a alguien que sabe de una quedada, y al final los que se reúnen son los que no se conocían de nada. Pues eso. Éramos cuatro alemanes, dos italianas, una francesa, un belga, un indonesio y dos españoles. Algunos se decidieron por la Duvel, otros por la Carlos V, yo fui fiel a la Delirium Tremens (la probé por primera vez un poco más arriba de Vigo, hace cuatro años, en el cámping de las Islas Cíes) y nos embarcamos en una conversación-discusión que inevitablemente derivó en la Unión Europea, la crisis económica, si las políticas alemanas son justas o injustas para los mal llamados 'PIGS', y un largo etcétera que, francamente, fue muy interesante (la mayoría de ellos, salvando algún ingeniero, estudian másters de políticas o economía, así que tuvimos discusión para rato)
Aquí la mastodóntica carta de cervezas
Luego vino un episodio ridículo de vuelta a casa... porque aquí el metro es más parecido al de Londres que al de Madrid, y por la misma vía circulan trenes de diferentes líneas. Pues la línea uno, que es la mía, comparte un montón de paradas con la línea cinco. Y como iba corriendo porque intuía que era el último metro, no me paré a mirar hacia dónde se dirigía, y me subí en el de la línea cinco. 
Total, iban pasando las paradas, y cuando me quise dar cuenta y me bajé, ya estaba en medio de ninguna parte (conocida) y sin más metros que coger, porque ya era cerca de la 1 y media. Así que salí a la calle y caminé hasta que encontré un taxi, que debía llevarme a casa. Pero la maravillosa e inmensamente larga Avenue Orban está cortada al tráfico porque están cambiando los raíles de los tranvías. Así que el hombre tuvo que dejarme al principio de la calle y yo, caminar cuarenta minutos. Pas grave.

Y así llegamos al domingo. Quedé a la 1 con Jurgen, el chico de Lovaina, y una amiga suya -que resultó ser madrileña y majísima- que trabaja de enfermera en La Luvière (al sur de Bruselas). Hicimos unas compras en Leonidas, una de las franquicias de chocolate más populares en la ciudad, y después conseguimos un mapa en la oficina de turismo de la Grand Place. El objetivo era seguir con el chocolate, ni más ni menos, porque justo ayer terminaba la "Chocolate week", y para participar en ella tuvimos que comprar por 5 euros unos tickets que nos permitirían degustar los más diversos bombones en 20 chocolaterías del centro. Se nos unió Vicente y nos pusimos en marcha, después de comer, claro. Eso sí, no conseguimos completar las 20 chocolaterías ni de lejos... Bombones de chocolate blanco, negro, con leche, con plariné, avellanas, limón, fruta de la pasión, naranja, caramelo... terminamos pidiendo agua a gritos, y nos piplamos una botella en 10 minutos mientras observábamos a un hombre que hacía malabares al ritmo de la banda sonora de Ameliè, en una esquinita cercana a la Grand Place. Precioso, todo.

Ángela no conocía el Delirum, así que terminamos allí -me temo que va a ser crónico- y esta vez tiré por lo exótico y pedí una cerveza turca, Efes. No estaba mala, pero tampoco era como para tirar cohetes. Lo genial fue que Vicente, que es mago, nos hizo unos cuantos juegos de cartas, y un par de mentalismo. Aquí una inexperta en todo lo que tiene que ver con ese mundillo se quedó bastante intrigada -por no decir rallada- con el tema. Me resultó inquietante. Yo me empeño en que es cuestión de habilidad -mucha mucha habilidad, desde luego- pero obviamente él defiende la existencia de la magia... y no sé qué pensar, chicos. Interesante es, desde luego.


Esta vez llegué a casa sin sobresaltos y vi Charlie y la fábrica de chocolate con las peques antes de cenar.

viernes, 23 de noviembre de 2012

¡PELIGRO! Au pair en la cocina (y + de Arabia)

La historia se repite. No sé si a todo el mundo le harán pasar por el mismo "rito de iniciación" con algún plato de la gastronomía representativa de su país, pero al igual que pasó en Kaunas con aquella primer cena internacional, hoy me ha tocado hacer tortillas de patata.

Bueno, siendo completamente sincera, no es que "me haya tocado". Uno de los primeros días me ofrecí a hacer algo típico, que parece quedas muy bien al decirlo y todos piensan: oye, qué chica más maja. Pues me tomaron la palabra, y cuando esta mañana me han preguntado si me parecía bien hacerlas hoy para cenar, mientras esbozaba mi sonrisa más encantadora, por dentro me estaba llamando bocazas a grito pelado. Vamos a ver, el año pasado éramos tres haciendo las tortillas, y las  degustamos en un contexto bastante informal, con la gente circulando alrededor de las mesas y los platos llenos de comida. Aquí estaba yo sola, al frente de esa cocina ultramoderna (pánico, pánico absoluto) y teniendo que dar cuenta del resultado sentada formalmente a la mesa con toda la familia. Pero bueno, no me quedaba otra, así que al volver de la piscina me he puesto manos a la obra. No ha ido mal del todo, no... "sólo" he dejado la vitrocerámica perdida de aceite, me he quemado un dedo y he roto un plato. Pero la cuestión es que por intercesión divina, algún milagro que desde luego no merezco, las tortillas estaban buenas. Y diría más, no buenas de aceptables, sino muy buenas. Al menos eso han dicho (ya sabéis que no es precisamente mi plato favorito). El caso es que ellos tienen en Francia una amiga española llamada Anita, que fue la que les descubrió la tortilla de patata, y su valoración de mis tortillas ha sido: "Saben exactamente igual que las que hace Anita, estan buenísimas". Así que nada, prueba superada. Claro, que les he dicho que no sabían nada de tortilla de patatas si les parecía que eso que he cocinado yo estaba bueno, "porque no habéis probado la que hace mi madre" tsss.

Y después de tan rica cena, he skypeado un rato con el expatriado en Arabia. Me ha pasado una serie de fotos que os mostraré a continuación, porque ha estado todo el día de excursión. Se ha ido con unos cuantos colegas a un lugar llamado Al Taif, que está a 150 kilómetros de Jeddah, y a 1500 metros de altura. Básicamente han tenido que subir una pared con unas curvas que debían dar miedo, y todo para llegar a un sitio que, suavizando un poco sus palabras, no merecía mucho la pena, aunque es allí donde se traslada la corte en verano, porque las temperaturas son un poco más frescas. Para que os hagáis una idea, si en Jeddah ahora suelen estar a 30 grados, en Al Taif la temperatura rondaba los 20ºC. No sé cómo será cuando haga más calor. Y el caso es que han estado en un parque nacional, que era algo así como: "un desierto con cuatro árboles y un montón de camellos sueltos" jajaja. Pero se lo han pasado bien, que es lo importante.

POR CIERTO. Algo obvio, pero que resulta obsceno: llenar el depósito de gasolina, unos 90litros, vale la friolera de 12 euros. DOCE. Ahí está le explicación de por qué en Jeddah, por ejemplo, nadie camina, que todo el mundo va en coche.






Ahora me voy a dormir, porque mañana me espera un día durillo... celebramos el cumpleaños de Juliette, y van a venir DOCE criaturas de 5 años. Menos mal que yo no tengo que hacerme cargo de ellas -.-' Así que después de skypear he estado con Fabienne y Elise haciendo un pastel que es una pasada: son pequeños pastelillos cada uno con la forma de un vagón de tren, también locomotora. Y tras sacarlos del horno los hemos estado decorando con pinceles y 20 tipos de adornos comestibles. Ya os contaré qué tal se da.

Muchos besos, y buenas noches!!!

Novedades varias en el blog!

Bueno, anoche salí con los Erasmus y me lo pasé bastante bien -no fue una GRAN noche, pero hubo risas  y conversación- así que hoy me he levantado un pelín más tarde. Estuvimos en un Pub llamado Churchill's, y conocí a los chicos de la ESN, que ya os contaré con más detalle lo que es -para los que no lo sabéis-, pero se resume en que es una de las mayores organizaciones estudiantiles a nivel europeo, ya traté con ellos en Kaunas. Vorágine de italianos, belgas, españoles... etc

Pues bien,  esta mañana, según entraba de lleno en la lectura de un texto bastante tedioso para el Trabajo de Fin de Grado, llaman a la puerta de mi cuarto y aparecen dos hombres que no hablan francés ni inglés, sólo neerlandés, y se llevan mi colchón y mi somier. Claro, me he quedado a cuadros hasta que ha entrado Fabienne y me ha explicado que los van a cambiar porque están un poco viejos y blablabla (yo he estado durmiendo ahí tan a gusto estas semanas, pero bueno). Pues de repente vuelven los dos flamencos cargando un colchón que debe pesar toneladas, y al minuto traen otro somier; lo colocan todo, me dejan un juego de sábanas y -siempre sonrientes- se van por donde han venido. Todo en 5 minutos e, insisto, el colchón nuevo es simplemente ENORME. Del tamaño de una de estas camas azules hinchables. A ver qué tal duermo esta noche.

Y luego me han pasado por Twitter un artículo bastante entretenido acerca de la crisis del Periodismo, que podéis leer aquí. Una frase que me ha encantado ha sido: "Lo de Larra, epistemológicamente, es el primer ERE de la historia periodística". En crisis hemos estado siempre, y no sólo económica. Todavía ruego para mis adentros que el día en que trabaje como periodista (si es que tal día llega) no tenga que poner en jaque ninguno de mis principios fundamentales (últimamente me estoy dando cuenta de que son muchos...).

Después, Bea, tras una conversación vía mail sobre diversos temas, me ha mandado al querido Silvio para que me hiciera compañía mientras aquí en Bruselas sigue lloviendo. Y ya me he puesto a pensar en todas las fotos, artículos, canciones y reflexiones que intercambio con ella y otros amigos gracias a Facebook o Twitter, y que me gustaría que vosotros también vierais/leyerais/escucharais, así que los voy a colgar aquí.


Y ahora os cuento el caso de Pablo Herreros (mira primo, casi como tú), que quizás ya conozcáis. Este periodista fue quien promovió la retirada de los anunciantes de aquel programa maldenominado periodístico y llamado "La Noria". ¿El motivo? Entrevistaron a la madre de uno de los acusados en el caso de Marta del Castillo. Entendiendo que es deplorable que un criminal, delincuente, o sus cercanos se lucren por contar sus delitos, ya sea en televisión o cualquier otro medio, el periodista contactó con los anunciantes exigiéndoles la retirada de sus spots publicitarios. Las compañías respondieron favorablemente y finalmente el programa fue suprimido de la parrilla. Ahora Telecinco se ha querellado contra Pablo Herreros, acusándolo de haber causados graves pérdidas a la cadena, y estima para él hasta tres años de cárcel. En su blog podéis leer el caso con mucho más detalle. Una muestra de la indefensión del periodista ante los grandes monstruos de la comunicación... si queréis otro día hablamos del ERE del País...

Y esto es tooodo por hoy, amigos, que no ha sido poco :)

martes, 20 de noviembre de 2012

Noticias de Arabia

Bueno, hoy tenemos día soleado, pero esa no es la tónica general aquí. Normalmente en Bruselas rondamos los 5 grados, llueve y siempre está nublado o hay niebla. Mientras que en Jeddah aún no deben saber lo que son las nubes, y no bajan de los 27ºC. Eso me contaba anoche mi padre.

Es bastante extraño conectarme a Skype, con pijama de invierno, sudadera y -a veces- bufanda, para encontrármelo a él en camiseta, sentado en una tumbona de la piscina. Entre eso -que me da bastante envidia- y la abrumadoramente pésima calidad de las llamadas por Skype, que últimamente agota mi paciencia en tiempos que baten el récord de los vídeos de youtube cuando no cargan, se hace pesado conectarse para contarse cuatro banalidades sobre el día que ha terminado. Pero lo sigo haciendo porque nos hace mucha falta! Porque me conecto y veo las fotos que ha pegado en la pared, para vernos todos los días, y a mí -que me da apuro pegar nada en ninguna parte de esta casa tan... la palabra "limpia" es injusta (que la mía también lo está, y pego de todo)- me hace mucha ilusión.

Así que aquí le tenéis! En el desierto (que dice que ya ha visto camellos, que andan sueltos por allí como Pedro por su casa), y un par de fotos de Jeddah vista desde las alturas de su oficina. Está contento, adaptándose al clima, al inglés y a la nueva rutina de trabajo. También hizo una visita al mar Rojo, donde alucinó con la cantidad de yates y motos acuáticas que había, y aún más con la imagen que más le marcó: la de las mujeres en la playa completamente cubiertas de negro. Ah! Y hasta que le den el coche, tiene un chófer de Pakistán con el que se lleva bastante bien. También está descubriendo nuevas cocinas, como la libanesa -aunque no le ha debido hacer mucha gracia por el tema de las especias- y empezando a ser consciente de lo que molan esas quedadas de "españoles por el mundo". (Me da envidia porque su año va a ser mucho más exótico que el mío, lo reconozco).



Y nada, aquí una servidora ayer habló con sus abuelos maternos, y los vio muy bien, muy guapos, y con su prima Ester -que se la echa mucho de menos :)-. A mamá la pillo al vuelo por Skype entre manifestación y cacerolada, a este paso cuando vuelva me la voy a encontrar en el encierro del ambulatorio de Fátima (por ejemplo!). Y orgullosa que estoy de ello!

Sigo cual hormiguita con el Trabajo de Fin de Grado, terminando esta mañana con "La espiral del silencio", base del marco teórico y mi biblia particular en estas semanas. El próximo paso serán los informes de Amnistía Internacional... despacio y con buena letra! Ya os iré contando cómo avanza esto.


domingo, 18 de noviembre de 2012

Then take me disappearin’ through the smoke rings of my mind... let me forget about today until tomorrow.

Bueno, después de una noche terrible de morriña y lágrimas everywhere, aunque ha amanecido nublado estoy bastante más tranquila y (ahora os contaré por qué) contenta.

Me pasé todo el día fuera (es necesario desconectar, es VITAL; aunque los padres intentan mantener entretenidas a las niñas y todo el rato oigo: dejad a Elena tranquila! ellas se escapan y me llenan el cuarto de juguetes). Por la mañana paseé por la ciudad, visité librerías de segunda mano en las que espero no dilapidar mi sueldo, y me dejé caer por un par de mercadillos preciosos... En serio, esta ciudad en Navidad tiene que ser un calco de cualquiera de esos cuentos navideños empalagosos. Entre tanta chocolatería, tanto gofre, mercadillo cuco, luces y nieve... bueno, ya lo veré. Y en cuanto adquiera una cámara de fotos o de vídeo, con un poco de suerte lo veréis vosotros también :)

Luego me fui a comer con Vicente, que es un Erasmus de Canarias majísimo, hicimos pasta -oye, qué gusto volver a una cocina típica de estudiantes, comer pasta con beicon!! y hacer una sobremesa de dos horas hablando de cine, música, libros y política :) y después salimos a ver algunas zonas del centro que yo aún no conocía, a comernos un gofre con nutella en medio de la Grand Place (algo que añadir a la lista de placeres de los que disfrutar en esta vida, aviso!) y a descubrir a la hermana del Manneken Pis (sí, el niño famoso que mea;  tiene una hermana, Jeanneke Pis, -un poco menos famosa- que también mea).

Y luego, pues al irme a casa me atrapó ese sentimiento que en pequeñas dosis está bien, pero que cuando se te mete, como el frío, por todo el cuerpo te deja completamente hecha polvo, y es el echar de menos. Así que me subí en el tranvía y empecé a escuchar los tangos que aprendí de Ale, mi querido amigo argentino-lituano, y me regodeé un poquillo en la falta que me hacen mis amigos, mis padres, mi hermana, mis primos, mis abuelos, mis tíos, Madrid mismo, y la bandera lituana del techo de mi habitación. Encima se puso a llover!!

Pero llegué a casa justo antes de que las peques se fueran a dormir, y se me colgaron del cuello con un montón de besos "reprochándome" el haber estado fuera de casa todo el día... y después vino el notición y principal motivo de mi alegría... Resulta que mi padre y yo no vamos a ser los únicos en volver a casa por Navidad... Desde Vietnam vuelve María como el turrón, poniendo fin a los casi 11 meses que llevamos sin vernos.

Y eso es todo! Ahora, aprovechando que sigue lloviendo, y con bso del señor Bob Dylan, a ver si logro hacer de este domingo algo productivo en relación al TFG... que esta semana he tenido un pelín más abandonado.


Hey! Mr. Tambourine Man, play a song for me
I’m not sleepy and there is no place I’m going to
Hey! Mr. Tambourine Man, play a song for me
In the jingle jangle morning I’ll come followin’ you

Though I know that evenin’s empire has returned into sand
Vanished from my hand
Left me blindly here to stand but still not sleeping
My weariness amazes me, I’m branded on my feet
I have no one to meet
And the ancient empty street’s too dead for dreaming
(...)
Then take me disappearin’ through the smoke rings of my mind
Down the foggy ruins of time, far past the frozen leaves
The haunted, frightened trees, out to the windy beach
Far from the twisted reach of crazy sorrow
Yes, to dance beneath the diamond sky with one hand waving free
Silhouetted by the sea, circled by the circus sands
With all memory and fate driven deep beneath the waves
Let me forget about today until tomorrow

viernes, 16 de noviembre de 2012

La aventura del babysitting

Bueno, esta noche me ha tocado hacer babysitting por segunda vez. Esto es, quedarme por la noche a cargo de las criaturas, mientras los padres salen en busca de divertimentos varios como cine, teatro, cena con amigos, etc. Lo que viene siendo un cangureo de toda la vida.
Pues la otra vez que me tocó fue tan simple como quedarme en la habitación con la puerta abierta, porque los padres se fueron una vez que las niñas ya estaban durmiendo. Pero hoy no ha sido así. Era la madre quien se iba, al teatro, y se iba a las siete de la tarde. Eso me ha dejado con las siguientes tareas:

Hacer la cena
Cenar y recoger la mesa
Leer un cuento con Juliette y acostarla
Supervisar el ensayo de piano de Elisse
Acostarla

Bien, pues estas aparentemente inocentes acciones se han convertido en:

Pelearme con una cocina ultra moderna en la que no se distinguen las placas de la vitrocerámica, que se encienden de forma aleatoria y no se corresponden con los interruptores táctiles más cercanos a cada una de ellas. Acostumbrada a cocinar en los fogones de la residencia de Kaunas, donde en calentar un cazo de agua tardabas media hora de reloj, este monstruo me ha tenido al borde de la taquicardia durante un buen rato -y eso que sólo tenía que hacer pasta!- porque el agua ya escaldaba en cuanto he conseguido ponerlo al 9. Con lo cual la pasta se ha hecho en 3 minutos, tiempo durante el cual no me había dado tiempo a poner la mesa, sacar las salsas, los quesos, los postres y demás parafernalia...

Cenar en compañía de las dos pequeñajas y el hermano mayor, que graciasadios se ha dignado a ser una persona agradable, amenizando la cena con chistes y comentarios variados. Hasta que la pequeña se ha puesto a llorar porque quería no sé cuál queso en vez de el otro que -en serio- es prácticamente igual (esto les pasa por comprar quince clases de queso en polvo), y la mayor ha tirado dos vasos de agua seguidos, encharcando toda la mesa. La pequeña seguía llorando, y yo mentando a la madre de Buda para mis adentros...

Cuando he ido a buscar a Juliette para meterla en la cama, ha empezado a esconderse por toda la casa, y cuando al final la he pillado, vuelta a llorar. Menos mal que en cuanto la he tentado con el libro más rosa y con más purpurina de la habitación, se ha calmado y hemos podido disfrutar de una lectura tranquila antes de que se quedase dormida.

Luego el piano; Elisse tiene que ensayar estudios aburridísimos, y por supuesto prefiere improvisar o interpretar piezas más artísticas. Yo ya no podía más, así que la he dejado a su aire, y hemos terminado cantando We are the Champions.

Conseguir que se metiera en su habitación ha sido tarea de titanes. Se venía a la mía todo el rato, quería ver con quién hablaba por skype, quería dejarme libros, contarme un chiste, hablarme del chico que le gusta, quejarse por los deberes... cualquier cosa con tal de no dormir. Al final lo he conseguido, o eso creía, y cuando ya llevaba una hora de relax viendo Modern Family, he oído ruidos en el cuarto de los juguetes, y ahí estaba, con los playmobil. Por suerte ahí ha terminado todo, y para cuando Fabienne ha vuelto, ya estaba durmiendo cual angelito.

Pero lo que más me ha impactado ha sido lo siguiente... El padre ha vuelto sobre las 8, y ha cenado y se ha ido directo al despacho. Apenas un hola a los críos. A mí me ha dicho: Elena, muy buen trabajo. Y me he quedado pensando que es una auténtica pena.

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(Eso pasó anoche)

En fin, FIN DE SEMANA! Lo recibo con los brazos abiertos, retomaré el turismo y las relaciones sociales (aleluuuuuuuuuuuuuuuuuya), dormiré hasta que me dé la gana y no pienso abrir un libro. Esto ser au pair y dedicarme al TFG a partes iguales empieza a pasarme factura, y sólo llevo 15 días. Espero que sea parte del proceso de adaptación, y luego se haga menos cansado.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Pasan los días

Todo sigue bien por aquí!! Mucho frío, eso sí, aunque esta semana aún no ha llovido, lo que agradezco con toda mi alma. Y allí en Arabia mi padre POR FIN tiene wifi en casa, lo que significa que ya podemos mantener largas conversaciones sin miedo a las caras pixeladas y la voz entrecortada :)

Yo ya he confirmado que no tengo muchas opciones de encontrar academia antes de enero, porque los cursos intensivos son ultra caros (indignantemente caros!), así que nada, sigo encerrada cual estudiante responsable sobre mis libros y apuntes del Trabajo de Fin de Grado, que parece que poco a poco va cobrando vida... ahora sólo me falta que los queridos tutores den señales de vida desde Madrid, para que yo pueda respirar tranquila.

En la casa todo va progresando, me siento más cómoda. Pero, detalle gracioso, los tipos que curran aquí y que ahora están empezando a trabajar en el jardín (que es lo único que falta para terminar con la renovación)  se han percatado de mi existencia... y los desayunos se han convertido en un momento bastante extraño!! Porque las paredes de la cocina están llenas de ventanales que dan al jardín, y todo son comentarios en un español realmente divertido, Elena por aquí, Elena por allá... se ponen a cantar canciones de grupos en castellano y demás. Lo bueno es que me da menos vergüenza hablar en francés con ellos que con los padres, así que me voy soltando.

La verdad sea dicha, me cuesta tener que encerrarme voluntariamente y ponerme a trabajar. Por una parte está la nueva gente que estoy conociendo, con los que quisiera pasar bastante más tiempo, porque realmente se hace raro pasar tantas horas estudiando, o cuidando de las niñas, sin nadie adulto a mi alrededor. Además, aunque esta vida familiar es comodísima, y me permite practicar inglés&francés a partes iguales, me provoca un sentimiento de melancolía bastante importante. Pero cuento con un gran aliado, que es el tiempo que hace aquí: con este frío no apetece mucho estar por la calle (claro que los bares de Bruselas... a cuál más apetecible!!!), y además se hace de noche a las 5 y media, y a mí la oscuridad lo que me pide es manta y peli... parece que la edad de las fiestas sin fin ya terminó. ¿Será eso posible? (Realmente, los metros y tranvías circulan hasta la una, y vivo lejos del centro, así que tampoco es que pueda quedarme por ahí hasta altas horas de la madrugada... Ya iré viendo!!!!) Pero tengo claro que hasta marzo me toca currar; una vez que el trabajo esté presentado, seré mucho más libre.

Besos a todos!

domingo, 11 de noviembre de 2012

Moules et Frites!

Esto sorprenderá mayúsculamente a mis señores progenitores y a mi hermana...
Prácticamente nada más llegar me preguntaron si había algún alimento que yo no pudiese/quisiese comer. Les comenté mi aversión natural al huevo y a la leche (que no a los lácteos), y ahí quedó el tema. Pues bien, hoy, cuando nos han llamado a la mesa, entro en el comedor y... había una MONSTRUOSA (y remarco: monstruosa) perola de mejillones. De primeras casi me a algo, nunca me han gustado, y ya que en Madrid sólo me veo obligada a comerlos cuando hay paella, y olvidé -craso error- que son el plato típico de este país. Y eran la única comida, acompañados de patatas fritas (por si alguien no lo sabe, también típicas de aquí, aunque los franceses se adueñaran del invento). Y no sé por qué, me he servido un plato gigantesco y me los he comido y, he aquí el misterio, me han sabido ricos. No a gloria, tampoco hay que pasarse, no son un cocido madrileño, pero me han sorprendido gratamente...


sábado, 10 de noviembre de 2012

Fin de semaaaaaaaana

Primer momento estresante superado: rabieta en francés, a grito pelado en mitad de la calle. Elena se lleva las manos a la cabeza, intenta tranquilizar a la niña con palabras suaves y abrazos. Sin resultado. Elena intenta razonar con argumentos a su entender rotundos y comprensibles para una cría de 5 años. Sin resultado. Elena recurre al chantaje sacando un kinder bueno del bolso. Cesan los gritos pero no las lágrimas. Elena se enfada y recuerda casi a tiempo que no debería gritar. La agarra de la mano y echa a andar hacia la piscina. A mitad de camino Juliette la abraza y repite cuánto la quiere. Elena respira, inmensamente aliviada.

El motivo del sofoco era el siguiente: "el agua de la piscina me agobia demasiado, hoy no quiero nadar, quiero irme a casa con mamá". En fin.

Pero vamos, me sentí mucho mejor una vez la situación estuvo bajo control. Al salir de la piscina volvimos a casa en coche (está a cinco minutos, pero hacía un poco de fresquete y nadie quería que la pequeña cogiera otro catarro...). Era viernes y todos estábamos echos polvo, pero pasé una hora y media construyendo una maqueta del Titanic con bloques de madera, mientras contaba mil veces del 1 al 10 en español...

He dormido 11 horas del tirón, y me he pasado la mañana con Jurguen, un belga de la parte flamenca que no conocía muy bien la ciudad pero habla español, y con el que he recorrido algunos de los barrios más típicos. Luego he vuelto a casa, celebraban el cumpleaños de la mayor, y estaban cinco niñas en la cocina sentadas al rededor de la mesa, haciendo pastelillos bajo las indicaciones de una mujer contratada especialmente para la ocasión. Juliette estaba mohína en las escaleras, porque nadie la hacía caso, así que me la he llevado a la habitación y he siesteado mientras veíamos The Lion King. Después me he vuelto a ir al centro, esta vez para descubrir la vidad de los Erasmus españoles en Bruselas :)

Así he visto los sitios más típicos, por fin me he maravillado con la Grand Place, he visto el Manneken Pis, iglesias variopintas, mercados callejeros, y la catedral. Ah, y chocolaterías. Mil chocolaterías, a cual más peligrosa. Fuentes de chocolate, pilas de bombones, gofres cubiertos de nutella y frutas... en fin, una delicia suprema y superlativa. Me lo he pasado muy bien, y lo bueno es que repetiremos. Y por supuesto, como tenía que ser, ha caído un gofre con chocolate.

Por suerte, metros y tranvías circulan hasta tarde, he llegado a las 11 y aquí todos estaban ya durmiendo. Mañana día de relax en casita :) Aprovecharé para responder a vuestros emails. Un besazo.

Consejos para futur@s au pairs.

A ti, que te planteas irte a estudiar algún idioma, y a la vez no te importaría ganar algo de dinero, y así has decidido convertirte en au pair, te dejo aquí unos consejillos basados en mi -por ahora breve- experiencia.

  • Lo primero: dejaos de agencias que prometen buscaros a la familia ideal y rescataros en caso de problemas! Suelen cobrar un ojo de la cara y no son muy fiables. Vuestra mejor amiga es la siguiente web: www.aupairworld.net. Es una especie de red social muy simple, en la que os hacéis un perfil indicando preferencias como el país al que queréis ir, el tipo de familia en la que queréis trabajar, el número y edad de los niños a los que estéis dispuest@s a cuidar. Entonces accedéis a los perfiles de las familias que cumplen con los requisitos que pedís, y... voilá! A elegir a la mejor.
  • No os dejéis llevar por la emoción y os quedéis con la primera familia que os acepte. Sed exigentes. Pensad que viviréis con esa familia en su casa durante unos cuantos meses, así que hablad con el mayor número posible, para que tengáis opciones entre las cuales elegir. Para ello, nada mejor que llamadas de teléfono o, mejor aún, de Skype. Que os veáis las caras.
  • Una vez elegida la familia, arreglad un contrato. En la propia web de aupairoworld hay modelos que sólo tendréis que rellenar. Las cosas tienen que quedar muy claras: las horas de trabajo, el sueldo, las tareas que realizaréis... (tened en cuenta que no es lo mismo cuidar de los niños y recogerlos del colegio que tener que lavar y planchar su ropa o limpiar la casa... estad atent@s con eso). Aseguraos de tener tiempo libre suficiente como para asistir a clases del idioma que queráis estudiar, así como que el sueldo que os paguen sea suficiente para cubrir el precio de las mismas -como mínimo!-.
  • Importante: mantener el contacto. Desde el momento en que os elijáis mutuamente, no desaparezcáis, intercambiad emails regularmente o llamaos por skype una vez a la semana... Preguntad cosas cotidianas que os permitan averiguar el ritmo de vida de la familia. Cuanta más información recopiléis, mejor preparad@s estaréis cuando llegue el momento de trasladaros.
  • Una vez allí: ante todo, calma. El primer encuentro es un tanto tenso, todo el mundo está nervioso y tratando de agradar, pero no olvidemos que vamos a trabajar. En algunos casos mostrar demasiada familiaridad es contraproducente -sobre todo cuando la familia es de un nivel económico bastante alto y nos ve como "parte del servicio"-. Lo ideal es meterse a los niños en el bolsillo rápidamente, porque será con ellos con quienes compartiremos la mayor parte del tiempo en el futuro. Si los niños os cogen cariño, con los padres casi todo irá sobre ruedas.
  • Desde el primer día cumplid con vuestras obligaciones lo mejor que podáis, pero no deis un paso más allá. Me explico: si los fines de semana no trabajáis, no bañéis al niño para hacer un favor, ni dejéis de salir a dar una vuelta por echarle un ojo mientras los padres hace un recado. Sobre todo al principio, no lo hagáis para congraciaros rápidamente con los padres, puede que sentéis precedente y luego no respeten vuestro tiempo libre.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Días cuatro y cinco: jugar, jugar, jugar... ir a la piscina, jugar y estar cada vez más a gusto.

Bueno, ya sé claramente en qué consiste esta rutina mía belga...

Ayer por la mañana me fui de compras y a pasear por cualquier lado; terminé en el barrio de la Unión Europea, diciéndome a mí misma que qué feos son los edificios de los que tanto oímos hablar de un tiempo a esta parte. Me encontré a unos cuantos españoles, la mayoría de ellos currantes del Instituto Cervantes, que está al lado del colegio donde estudian las niñas y, en un súbito ataque de nostalgia, vi El País en un kiosko y después de comprarlo me senté en un parque bajo el solecillo a leerlo con calma.

La verdad es que me siento un poco rara. Tener que organizarme las mañanas para sentarme a trabajar me va a costar un esfuerzo extraordinario, pero lo estoy intentando con todas mis fuerzas. Luego me veo en la puerta del colegio, que como es todo en inglés, los padres y madres (y babysitters) que van a recoger a los críos son de todas partes del mundo: hay coreanos, hindúes, italianos, belgas -claro-, ingleses... Españoles no he visto a ninguno todavía.

Ayer volvimos a casa en tranvía y vino la rutina de merienda-deberes-ducha-jugar hasta la hora de la cena. Por fin Yves Loic pudo resolver el problema que tenía mi portátil con el internet, y me pasé la noche viendo unos cuantos capítulos de Lost en francés.

Hoy el día ha sido un poquillo diferente. Los miércoles salen antes de clase, para venir a comer a casa, y no tengo que ir yo a recogerlas, que va su madre en coche. Así que hemos comido y después nos hemos dedicado a hacer manualidades durante dos horas y media. Primero un juego rollo laboratorio de éstos de hacer crecer cristales y luego otro de pintar con arena... tienen veinte mil millones de cosas, pero lo bueno es que no son las típicas niñas que se aburren en seguida de algo y lo tiran por ahí. Y nada, digamos que hemos estado cantando We are the champions hasta la saciedad, y cuando ya me he hartado he cambiado al cumpleaños feliz (maldita la hora!!!), y ésa ha sido nuestra banda sonora hasta hace un par de horas; eso sí, alternando: una vez en inglés, otra en francés y otra en español. Pero no hay quien las saque del "compliaaaanos feeelisss" jaja.

Luego hemos merendado, y me he ido con la peque a la piscina. En patinete, tan felices. Cuando hemos salido de allí ya era noche cerrada, y sólo eran las 6, pero bueno, así es Europa. Y nada, vuelta a casa, ducha, de nuevo el cumpleaños feliz cantado infinidad de veces y ya nos hemos puesto a ver una película un ratito hasta la hora de cenar (salmón con arroz y champiñones). Los padres me han estado preguntando un rato largo por papá, que si ya había podido hablar con él y demás. Y luego le han preguntado a Juliette que si estaba contenta conmigo, que si le gustaba, y la respuesta ha sido (literalmente): "YESSSSS Elena is the loveliest girl in the whooooooooole world, and she si SOOO funnyy". Así que nada, no voy a negar que me ha gustado mucho oírla decir eso, porque no sólo es que me lo esté currando, sino que yo también me lo paso bien. No obstante, sigo pensando que alguna trampa tiene que haber en todo esto porque, vamos a ver: trabajo 22 horas a la semana, me pagan 500 euros más el alojamiento, más el abono de transportes, y además durante todo el día estoy practicando inglés y francés. Ya veremos, no quiero empezar a saltar de alegría, calma, Elena.

Así que nada, me alegra ver que os alegra leerme (gracias por los emails, levantan mucho el ánimo, de verdad de la buena!) y sabed que siempre me acuerdo de vosotro (no en vano, para eso escribo el blog -y para asegurarme de que no os olvidáis de mí completamente!!!).

Bisous!!!

martes, 6 de noviembre de 2012

Día tres: novedades, contacto con el exterior y una cena muy divertida.


Hoy ha sido un día muy muy bueno. Me acosté a las 11 y he dormido como una reina, aunque a las 7 y media ya he oído a las niñas por las escaleras (anoche a las 8 ya estaban en la cama!). He remoloneado una hora y ya he bajado a desayunar. Entre las obras del tranvía, que está en la puerta, y las de dentro de la casa, esto está lleno de gente y de ruido.

He subido a trabajar, y me ha cundido bastante la mañana. Aparte de dedicarme al TFG he estado hablando con algunos de los miembros del grupo de Facebook “Españoles en Bruselas”, y puede que para el fin de semana ya tenga gente con la que salir ;) He estado charlando un rato con Fabienne y entre otras cosas me ha dicho que normalmente no hacen comidas entre semana, sino que cada uno pica un poco lo que quiere, así que he bajado y me he tirado 15 minutos eligiendo delante de una de las dos neveras que tienen… Por cierto, el misterio de los cuatro hornos: uno es horno normal y corriente, otro es microondas, el tercero sirve para mantener los platos calientes una vez ya cocinados y el cuarto es un horno de vapor.

Ahora tengo que hablaros de los gatos. Lilly y Nafty. Lilly es la rechoncha y adorable de color canela, te la puedes encontrar dormida en cualquier lugar –preferiblemente en cualquiera de las sillas del comedor, preferiblemente a la hora de comer- así que todo el rato la estamos despertando. Y Nafty es  el gresivo, una mezcla de blanco y negro (no se le puede acariciar, porque además de arañar, muerde). Ha venido a atacarme cuando estaba desayunando, pero le he tirado a la cara la guía de Bélgica que estaba leyendo y se ha ido a incordiar a la pobre Lilly. En resumen, que ese gato me da miedo.

Y a eso de las tres nos hemos ido Fabienne y yo al colegio. Allí nos hemos encontrado con Margaret, la anterior babysitter de las niñas, y me he quedado con ella esperando a la peque, que tenía ballet. Margaret es de Islandia, además de majísima. Me ha invitado a un té de hierbabuena mientras me contaba de pé a pá su rutina con Juliette y Elisse. Además me ha dicho que como ella no tiene nada más que hacer que esperar a que nazca su bebé, que la llame para salir a cualquier parte, ir al cine, de compras o lo que me apetezca.

Hemos recogido a Juliette, que me ha presentado a la mitad de su clase, y hemos vuelto para casa. Después de cumplir con los rituales de merienda, “deberes” y ducha, Margaret se ha ido y yo me he quedado construyendo una casa surrealista con Juliette y sus bloques de madera. Me lo he pasado genial con esa cría, ya no es sólo que sea maja, es que como habla por los codos y en un inglés perfecto, encima me viene bien para mejorar el mío.  A las 7 hemos bajado a cenar (pasta rellena de espinacas, con aceite y queso), y entre mis chapurreos en francés y los de ellos en español, hemos terminado con lágrimas de la risa; la última gran idea ha sido ver si entre todos conseguíamos contar hasta 10 en alemán.

Luego Fabienne me ha estado preguntando por papá, por Arabia y demás –lo cual he agradecido enormemente- e Yves-Loic, el padre, me ha dicho que bajase el portátil para terminar de solucionar el problema. Pues nos hemos tirado casi dos horas, y no sólo lo ha arreglado, sino que me ha instalado no sé cuántas cosas para mejorarlo, entre ellas un buen antivirus, y me ha pasado un montón de películas y series en v.o. Todo esto mientras veía con él y Fabienne el tenis.

Por desgracia hay un problema con la conexión a Internet, así que esto lo colgaré mañana (6), en vez de hoy, pero n’importe pas. Hoy me he sentido a gustísimo, y eso compensa todo con creces.

Dors bien!!!

domingo, 4 de noviembre de 2012

Dia dos (comida familiar, ordenador roto, boyscouts y sesion de cine)

Aviso a navegantes! Ando con un teclado no espanol porque mi ordenador ha sufrido un percance, asi que disculpad la falta de acentos y demas!! Ya lo solucionare cuando lo recupere.

Cualquiera que me conozca un poco sabe que lo de madrugar lo llevo fatal, pero como me daba cosa dormir hasta tarde -aunque estaba reventada del viaje- puse el despertador a las 9. He bajado un poco zombie a la cocina, donde Fabienne me ha dicho que los fines de semana no hay regla alguna y que duerma hasta la hora que me de la gana. Asi que he desayunado tranquilamente un poco de todo lo que habia en la mesa y me he subido a mi cuarto con la intencion de trabajar, pero se ha colado Juliette detras de mi y hemos pasado hora y media hablando de todo un poco -lo que se puede hablar con una nina de 5-, y he constatado que le caigo muy bien. Todo es "Elena, me encanta tu pelo", "Elena, que bonito es tu pijama", "Elena, que bien hablas espanol!!" (vaya, gracias!) etc... (ademas me da abrazos y besos cada dos por tres, en mitad de la comida y cosas asi). Al rato he descubierto que algo no andaba bien en el ordenador, parece un virus monstruoso -.-' asi que me he vuelto loca hasta que he preguntado al padre, que trabaja en una empresa de informatica, y se ha puesto a trastear con el portatil.

A eso de las 12 hemos comido, hoy ha venido la hermana de Fabienne y su marido, y hemos comido con ellos y con Clara, la sobrina. Era carne con patatas, champinones y una verdura que no se cual es, pero estaba muy bueno. De postre, tarta de pera. Me traducen al ingles la mayoria de las cosas, pero les he dicho que tampoco me importa si no lo hacen, porque voy haciendo oido, y me gusta.

Despues de comer hemos seguido mirando el ordenador, y hemos conseguido salvar los archivos, que el virus se estaba comiendo poco a poco, casi me quedo con el disco duro en blanco. Mientras se copiaban las preciadas fotos del Erasmus, he ido con Fabienne a recoger a Elisse, que llevaba desde las 9 de la manana con los scouts. Hemos ido hasta un parque que esta a diez minutos de la casa, un sitio precioso al que ya volvere con calma un dia que no llueva tanto como hoy (espero acostumbrarme pronto... en Lituania no llovia asi, desde luego!).

Al volver nos hemos puesto a ver una pelicula las tres, (The Lorax, una de las mejores de dibujos animados que he visto desde hace mucho tiempo!) y despues hemos bajado a cenar. Hoy pure de verduras y sandwiches de salmon (he dicho ya que comen muy sano y muy fino?) Despues nos hemos quedado un ratillo de sobremesa, hablando, y despues he estado con Elisse que tenia que practicar con el piano (si, tienen uno de pared). A todo esto, eran las siete y media, y la pequena Juliette estaba ya en la cama. Elisse se ha ido a las 8. Esto si que son horarios europeos, y lo demas tonteria! Me viene muy bien porque, ya cenada, tengo tres o cuatro horas para dedicarme al TFG y a hablar con quien ande por skype o facebook.

Manana empieza la rutina de verdad. A las 11 viene un tipo para que firme los papeles del seguro medico, y a las 3 y media vendra la ya anterior canguro de las chicas, para ir conmigo hasta el colegio, de alli a la academia de ballet de Juliette y a no se que otro sitio en el que estara Elisse. Mucha informacion, la ire asimilando.

En resumen, que estoy contenta, mejor de lo que esperaba estar, aunque meterte en casa ajena resulta raro y a veces un pelin incomodo. Pero el hecho de que las ninas me hayan cogido carino es un plus que lo hace todo mucho mas llevadero. Y lo que es la ciudad, aun no la he visto, pero manana ya empezare (y tengo unas ganas...) Ya os ire contando!!!

Día uno: viaje, un montón de nervios infundados y unas niñas muy cariñosas.

Aviso a navegantes! Ando con un teclado no espanol porque mi ordenador ha sufrido un percance, asi que disculpad la falta de acentos y demas!! Ya lo solucionare cuando lo recupere.

Anoche estaba que trinaba, segura de que no podría pegar ojo. Deseaba con todas mis fuerzas estar yéndome otra vez de Erasmus en vez de a una familia con niños... pero los engranajes ya estaban en movimiento, y ni siquiera yo me atrevería a parar la máquina a esas alturas del partido. Así que me metí en la cama e intenté no pensar en los nervios que sentía ni en que papá se marcha mañana, ni en que mamá y Nuria se quedan en Madrid... vamos, en nada.

Un poco a trompicones cogí finalmente el sueño y me he despertado esta mañana demasiado tranquila, en medio de esa clase de calma sospechosa que te hace pensar que no te puedes fiar mucho de ti misma. En efecto, nada más subir en el coche he caído en que me había dejado arriba los cascos del mp3, el estuche con toodo el material de escritura y un par de cosas menores más. Pero lo he dejado pasar, porque seguía controlando las pulsaciones. La despedida fue rápida, me dejaron pasar los kilos de más de la maleta -lo cual fue un alivio- y nada, me fui con poca emocion, la verdad, aunque luego se me vino toda encima. Menos mal que en el aeropuerto de Frankfurt, durante la escala, conoci a un chaval belga que me dio conversacion durante el segundo vuelo, asi que se me quitaron las penas de la cabeza y cuando puse el primer pie en Bruselas ya llevaba dos horas de conversacion en English. Alli estaban esperandome Fabienne, la madre, con la que llevaba hablando desde el verano, su sobrina Clara y las dos hijas, Elisse y Juliette. Majisimas, Juliette - de 5- un poco timida, pero Elisse ultra habladora y con un ingles brutal, y solo tiene 10!

Me trajeron a casa, hablando de todo un poco, y dios... la verdad es que en la foto parece mucho mas pequena de lo que es en realidad. Yo intentaba que no se me abriera la boca segun nos acercabamos, porque el resto de casas son igual o mas impresionantes. Y nada, aun estan en obras, porque se mudaron aqui en enero, y todo huele un poco a pintura y aun hay maderas y sacos repartidos por diferentes habitaciones de la planta baja, pero el resto esta genial. Hay cuatro pisos, en el primero duermen y tienen el despacho los padres, en el segundo dormimos las ninas y yo, y tenemos el cuarto de bano y la sala de juegos, y en el cuarto piso vive Benoit, que es el hermano mayor, en una especie de buhardilla muy chula. En la planta baja esta la cocina\salon, con techo y paredes de cristal [y algo asi como cuatro hornos diferentes, ya preguntare para que sirve cada uno...]. Algun dia hare fotos de todo y las subire para que aprecieis mi nuevo habitat.

Al llegar, las ninas me llevaron por tooda la casa, [muchos, muchos escalones] y despues bajamos a merendar y estuvimos casi dos horas jugando a juegos de mesa. Ademas de hablar un ingl'es de 10, con acento americano (vivieron hasta no hace mucho en Princetown), saben una pizquita de espanol y quieren aprender mas, lo cual me encanta, claro esta. Despues deshice la maleta me duche y volvi a jugar otro rato con ellas, hasta que cenamos (pescado con guisantes, cocinado por el padre, que claramente es el chef) y ya fue el momento de recogerse tranquilamente. Si digo que estaba deshecha exagero poco. Asi que hable un rato con casa y algunos amigos, me puse un poco tristona y me fui a dormir en mi enooorme cama.