Aviso a navegantes! Ando con un teclado no espanol porque mi ordenador ha sufrido un percance, asi que disculpad la falta de acentos y demas!! Ya lo solucionare cuando lo recupere.
Anoche estaba que trinaba, segura de que no podría pegar ojo. Deseaba con todas mis fuerzas estar yéndome otra vez de Erasmus en vez de a una familia con niños... pero los engranajes ya estaban en movimiento, y ni siquiera yo me atrevería a parar la máquina a esas alturas del partido. Así que me metí en la cama e intenté no pensar en los nervios que sentía ni en que papá se marcha mañana, ni en que mamá y Nuria se quedan en Madrid... vamos, en nada.
Un poco a trompicones cogí finalmente el sueño y me he despertado esta mañana demasiado tranquila, en medio de esa clase de calma sospechosa que te hace pensar que no te puedes fiar mucho de ti misma. En efecto, nada más subir en el coche he caído en que me había dejado arriba los cascos del mp3, el estuche con toodo el material de escritura y un par de cosas menores más. Pero lo he dejado pasar, porque seguía controlando las pulsaciones. La despedida fue rápida, me dejaron pasar los kilos de más de la maleta -lo cual fue un alivio- y nada, me fui con poca emocion, la verdad, aunque luego se me vino toda encima. Menos mal que en el aeropuerto de Frankfurt, durante la escala, conoci a un chaval belga que me dio conversacion durante el segundo vuelo, asi que se me quitaron las penas de la cabeza y cuando puse el primer pie en Bruselas ya llevaba dos horas de conversacion en English. Alli estaban esperandome Fabienne, la madre, con la que llevaba hablando desde el verano, su sobrina Clara y las dos hijas, Elisse y Juliette. Majisimas, Juliette - de 5- un poco timida, pero Elisse ultra habladora y con un ingles brutal, y solo tiene 10!
Me trajeron a casa, hablando de todo un poco, y dios... la verdad es que en la foto parece mucho mas pequena de lo que es en realidad. Yo intentaba que no se me abriera la boca segun nos acercabamos, porque el resto de casas son igual o mas impresionantes. Y nada, aun estan en obras, porque se mudaron aqui en enero, y todo huele un poco a pintura y aun hay maderas y sacos repartidos por diferentes habitaciones de la planta baja, pero el resto esta genial. Hay cuatro pisos, en el primero duermen y tienen el despacho los padres, en el segundo dormimos las ninas y yo, y tenemos el cuarto de bano y la sala de juegos, y en el cuarto piso vive Benoit, que es el hermano mayor, en una especie de buhardilla muy chula. En la planta baja esta la cocina\salon, con techo y paredes de cristal [y algo asi como cuatro hornos diferentes, ya preguntare para que sirve cada uno...]. Algun dia hare fotos de todo y las subire para que aprecieis mi nuevo habitat.
Al llegar, las ninas me llevaron por tooda la casa, [muchos, muchos escalones] y despues bajamos a merendar y estuvimos casi dos horas jugando a juegos de mesa. Ademas de hablar un ingl'es de 10, con acento americano (vivieron hasta no hace mucho en Princetown), saben una pizquita de espanol y quieren aprender mas, lo cual me encanta, claro esta. Despues deshice la maleta me duche y volvi a jugar otro rato con ellas, hasta que cenamos (pescado con guisantes, cocinado por el padre, que claramente es el chef) y ya fue el momento de recogerse tranquilamente. Si digo que estaba deshecha exagero poco. Asi que hable un rato con casa y algunos amigos, me puse un poco tristona y me fui a dormir en mi enooorme cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario