Un apunte: esa Lituania desconocida de tiempo inclemente, existe. Vamos, no es que los 30 grados bajo cero de febrero me parecieran una fiesta, pero que a finales de marzo y después de una semana de intenso sol y temperaturas decentes, a media tarde se cierre el cielo y se ponga a nevar como en los mejores momentos del invierno, tiene narices.
Además ayer pasé tres horas dando vueltas con Ana mientras buscábamos un dentista que le arreglase el aparato que se le ha roto. Ni un sólo médico habla media palabra de inglés, y perdimos la tarde entera en el hospital.
Pero bueno, que todo sigue bien, los planes de Ucrania empiezan a coger forma y estoy de vacaciones! Mi examen salió bastante decente y aunque lunes y martes tengo clase, después seré libre del todo. Aun así, como persona responsable que intento ser, me he armado con libros y cuadernos de inglés para el CAE y aquí estoy, haciendo listenings como cuando estaba en el colegio.
HOOOOLA! Hace buen tiempo y tengo un catarro descomunal. Ésa ha sido la noticia más importante del día. Se ve que la primavera llega despacio a Lietuva. Muy despacio.
Pero bueno, con catarro o sin él, yo sigo a lo mío, y lo mío ahora es grabar un documental, preparar un programa de radio y planificar las próximas vacaciones. Siendo sincera, lo primero es lo primero, y ahora mismo Ucrania me tira más que todos los documentales del mundo. Parece que en principio seremos cuatro fijos: Ana, Nacho, Alejandro y yo, dando tumbos por tierras ucranianas. Estamos a la espera de que se apunte algún internacional y con la duda de si Ánder y Pablo podrán abandonar sus obligaciones informáticas. Aunque en mi fuero interno rezo por unos días de monopolio lingüístico para descansar la cabeza del inglés.
Ayer hablaba con mi querido amigo Marco y me decía: pues yo no tengo ninguna imagen de Ucrania. Cierto. Yo tampoco la tenía y probablemente muchos de vosotros no hayáis pensado casi nunca en ése país... pero ahora tengo muchas ganas de subirme en un tren y recorrerlo. El turismo que he hecho durante mis 21 años de vida ha consistido en cuatro o cinco días de paseo intensivo por el centro de alguna gran capital europea. Por supuesto es genial y mientras tenga dinero y ganas no renunciaré a ello (la compañía no es tan importante, de hecho el broche de oro del cuatrimestre será un viaje en solitario por... -me reservo la sorpresa-), pero me apetece cambiar el chip y mochilear aún más. Porque, efectivamente, ése es el plan: dormir en trenes y visitar tantas ciudades como podamos. En mente tenemos Kiev -la capital-, Odessa (Mar Negro = playa!) y Lviv. Pero seguro (espero) que caiga alguna que otra más.
Así que esto es un brevísimo adelanto de lo que espero ver:
Kiev
Lviv
Puerto de Odessa
En fin. Que todo esto viene a cuento de que mañana tengo un examen para el que no me apetece nada estudiar. Demasiada teoría sobre prácticas periodísticas en este máster en el que más nos valdría la pena ponernos a escribir o a grabar o a darle a la sinhueso en vez de leer miles y miles de textos sobre los grandes modelos periodísticos (por cierto, la mayoría de ellos ridículos y bastante obsoletos -a mi entender-) y la madre que los parió.
En una hora van a ir a patinar sobre hielo. Bien. Me esperan sesenta minutos de indecisión, y al final terminaré yéndome con ellos, como si lo viera. Total, el examen es a las cuatro de la tarde.
P.S.[Y ayer hablé con homesweethome, lo cual me vino muy bien porque eran las 9 y llevaba horas estudiando y todo el mundo se había ido y yo no podía salir por culpa de los trabajos y del dolor de cabeza. A VOSOTROS: sí, os quiero, vale? Y ahora que lo pienso, os quiero más todavía por no ser de esos padres a los que hay que llamar a diario para dar un parte estúpido sobre lo que he comido-lo que he estudiado-lo que he bebido-la hora a la que me he acostado-los grados que hay en la calle. Gracias por dejarme respirar sin desaparecer del mapa -Aunque a veces Skype nos juegue malas pasadas-]
Nos fuimos de viaje a Letonia!
Y fue un poco decepcionante porque perdimos un día entero y precioso en Jurmala, donde no había nada que ver salvo la playa, y en cambio en Riga nos dejaron muy poco tiempo (a mí me importó menos porque ya había estado, pero vamos, que estaba mal organizado el viaje). Encima, estábamos todos en un bar tomando algo y nos fuimos unos cuantos a buscar un cajero y al volver descubrimos que se habían marchado sin esperarnos, organizadoras incluidas! Así que terminamos cenando en un sitio a las afueras de Riga, mientras el resto del grupo lo hacía en el centro de la ciudad. Pero luego nos reenganchamos y fuimos a celebrar San Patricio todos juntos :P
Por lo demás, ya estamos en midterms. Yo realmente sólo tengo uno, pero está resultando complicado, y además se acumulan los trabajos, como siempre a mitad de cuatrimestre. Así que este fin de semana ha sido de lo más light, las únicas distracciones de ayer fueron un paseo en bici a media tarde con Celia, Nacho y Francesco hasta el cruce de los ríos, y la archiconocida charla de después de cenar. Y de parques ha ido el fin de semana, porque el viernes Ana y yo estábamos hartas del encierro voluntario y nos fuimos a explorar otro parque repleto de atracciones antiguas que hay no muy lejos de la resi.
Con Renate, Youngwook y Sergeis en la cocina del 6º piso
Y una vez más, salió bien, aunque algunos terminamos al borde del colapso nervioso. Como ya os dije, nos avisaron con muy poco tiempo y lo montamos todo a la carrera. ¿Qué fue "todo"? Un vídeo de varios erasmus cantando "Mi carro" de Manolo Escobar, un corto que grabamos en español e inglés parodiando situaciones cotidianas, una presentación sobre España, mucha música, calimotxo, tortilla, pisto, empanada, aceitunas y fuet. Y tres canciones en directo.
Cuando llegamos al bar, resultó que no había internet, con lo cual no podíamos cargar la música española que queríamos poner para ambientar la Cultural Night. Menos mal que tenemos un informático en nuestras filas; Ander estuvo hablando con los del garito hasta que consiguió recuperar la conexión. Para entonces, Ana, Celia y yo llevábamos un rato al pie de las escaleras ofreciendo vasitos de calimotxo según llegaba la gente. Pero para conseguirlo tenían que decir al menos una palabra en español. Y no hubo nadie que se quedara sin su vaso.
La primera canción que sonó fue Mediterráneo, y con la voz de Serrat ya me relajé. Así que cogí el micrófono y empezamos la noche, no sin antes reñir un poco a la concurrencia, que ya se había zampado la mitad de una tortilla de patata, sin darnos tiempo ni a empezar -.-.
Juan hizo su presentación sobre España, datos que hay que dar para poner en contexto y un par de coñas sobre el Rey y la comida española. Después pusimos el corto, hicimos sentar a la gente en el suelo para que se viera bien, porque llevaba tropecientos subtítulos, y la verdad es que se rieron mucho, lo que nos llenó de orgullo y satisfacción, porque no teníamos más intención que esa cuando lo grabamos.
Luego vino este vídeo:
Y cuando terminó, cantamos "Noches de bohemia". Nacho con la guitarra, y Ana y yo con toda la fuerza de nuestros pulmones. Había bastantes erasmus españoles, y entre ellos algún andaluz, así que la canción quedó realmente bonita y a la gente le gustó mucho (pusimos un power point con la letra y la traducción).
Al terminar de cantar dimos paso al break y se ventilaron la comida: tres empanadas, tres tortillas, un bol enorme de pisto y una bandeja de champiñones en 10 minutos.
Tras el descanso hicimos un concurso de cantar, bailar, reconocer artistas y deportistas españoles, y vocabulario, en el que Francesco, Volkan y Youngwook terminaron ganando el premio.
Y para terminar, cantamos la jota del que sí que y Chove en Santiago, de Luar na Lubre (esta última con violín incluido, cortesía de Renate).
Y ahora, fotos!
Parte del Spanish team (y ANDER)
Ganadores del concurso: Francesco, Volkan y Youngwook
