martes, 18 de diciembre de 2012

Último fin de semana

Éste vídeo ya lo habréis visto, pero por si acaso, os lo dejo aquí (es una chorrada que me hizo gracia... porque es la pura verdad).


El fin de semana fue genial, tanto que casi no me dio tiempo a parar por casa. El sábado por la mañana había una fiesta en el colegio de las niñas, y los padres me dijeron que si quería ir con ellos. Y vaya fiesta... comimos allí y todo. Habían abierto las aulas, que estaban decoradas hasta la saciedad, y cada clase había preparado un pequeño espectáculo. En el patio habían levantado una carpa en la que servían bebidas y vendían libros (me pasé allí un buen rato) y cada familia había llevado algo para comer. Vi unas cuantas tortillas de patata, pero no identifiqué a ningún español, ya seguiré investigando.
Al salir de allí cogí un tren y me fui a Lovaina, a ver la ciudad y a mi amigo Jurgen. Claro que decirlo es fácil, pero fue una pequeña odisea: me equivoqué de estación, nadie hablaba inglés y mucho menos francés, porque era la zona flamenca. Así que mi primera salida del territorio valón no empezó con buen pie, pero siguiendo las indicaciones de Jurgen al teléfono, fui capaz de coger otro tren y llegar a Lovaina. Y qué ciudad más bonita!! Pequeña, cien mil habitantes, pero con el mismo encanto de Bruselas y con mucha menos gente, lo cual es sin duda un plus. Estuvimos en el mercado de Navidad, precioso, aunque con toda la gente bebiendo vino caliente en la calle y comiendo mejillones, era un poco raro. Turisteamos por la ciudad, aunque volveré en enero, cuando tenga cámara de fotos y pueda documentar bien la visita. Nos fuimos a cenar (a las seis, dios mío, lo de esta gente es peligroso) a un restaurante español, porque a Jurgen le hacía ilusión, y encontramos uno que se llamaba Las Lanzas. Al dueño le gustó mucho tener dos castellanoparlantes por allí, y nos dio bastante conversación. Cuando nos dejó tranquilos, tuve que explicarle a mi amigo belga de dónde venía el nombre del restaurante, y también por qué en la carta no había tortilla de patatas (se indignó bastante, porque era lo que quería pedir... y sólo tenían cocina fina xD).

Y el domingo por la mañana me dediqué al tfg, ya que por la tarde pensaba salir a ver el Atleti-Barcelona, pero al final lo que cayó fue el Hobbit ^^ y aunque al principio el doble subtitulado me confundía un poco, me lo pasé genial viéndola... aquí el cine es tan caro como en Madrid, 9 euros la entrada, pero mereció con creces la pena. Eso sí, llegué a casa tardísimo y daba un poco de yuyu ir por las calles vacías. Porque ésa es otra: no sé si ya me he quejado de esto en el blog, pero aquí la iluminación deja mucho que desear, incluso en el centro de la ciudad y en las calles principales. Que en Kaunas no hubiera farolas en la mitad de las calles tenía su explicación, pero esto...

En nada os veo!!!

viernes, 14 de diciembre de 2012

De cumple!

Hoy es el cumpleaños del hermano mayor de mis peques, y ha tenido lugar una velada de lo más agradable. Pero primero os cuento que se ha pasado el día lloviendo, una tormenta que daba miedo, no ha parado de caer agua desde las 12 de la mañana, y aún sigue. La puerta del colegio era un caos absoluto, y al ser viernes todos los críos iban cargados de manualidades. Por suerte yo sólo tenía un St Nicholas inmenso de cartulina, así que he intentado sacarlas de allí rápidamente, bajo la promesa de un gofre (que aunque ha funcionado, no ha evitado que fueran peleándose todo el camino de vuelta por naderías).
Luego la mayor se ha ido a gimnasia, y nos hemos quedado jugando a tinieblas y al escondite durante hora y media... con posterior sesión de villancicos, que ha terminado siendo un: "Elena, pon la del chocolate otra vez, y otra, y otra!!", así que la pequeña ya está en proceso de aprenderse el "Hacia Belén va una burra" (es desternillante oírla decir: "rin rin yo me remendaba yo me remendé", pero pone tanto empeño que intento no reírme mucho ^^)
Y así ha llegado la hora de cenar. Primero hemos brindado con champán -por lo del cumple y tal- y he estado hablando con los padres un buen rato (mira que el padre es majo, pero es que no le vemos el pelo por la casa, en serio... llega todos los días cuando ya estamos en pijama, es una pena), y me han contado que tienen previsto mudarse el año que viene, que por eso están haciendo tantas obras en la casa, porque la quieren alquilar. ¡Y que ya han mudado SIETE veces desde que se casaron! Yo no sé por qué me sigo alucinando con ciertas cosas, en serio. Pero bueno, el caso es que son muy majos... después de todo lo que  leo y me cuentan, me considero muy afortunada por estar trabajando con ellos... porque esto es una absoluta lotería, y varias de las au pairs que he conocido aquí pasaron por un par de familias antes de quedarse con una definitivamente. Y ya no es que tenga nada que ver con si te hacen fregar mucho o poco, sino con que te integren en la rutina familiar y se preocupen por ti. Igual a otra le gustaría más que la dejaran completamente a su aire, pero ya sabéis cómo soy yo :)
Hemos cenado comida china y luego hemos cantado villancicos alrededor del piano (sí, parecíamos sacados de mujercitas) y por fin llegó la calma. Cuando vuelva de Navidad tengo que organizarme mejor para estar menos cansada, porque vale que esto no es el Erasmus, pero no es normal que a las diez de la noche ya me esté tentando Morfeo...

jueves, 13 de diciembre de 2012

Última semana antes de Navidad!!!!

El otro día, o la otra noche, estaba releyendo textos viejos, escritos en primero y segundo de carrera. Y de repente me encontré con esto:

18 Marzo 2010
"¿Tú puedes describirlo? Es este dolor pequeño, casi imperceptible, apenas una ironía. Es esta sensación de estar perdiendo irremediablemente el tiempo. Y la desesperación sutil, transparente, de no saber qué es lo que quiero. 
Hoy es un día de ésos de reflexiones. De los de "¿qué estoy haciendo con mi vida?", "sería mejor dejar todo esto y buscar otra cosa", "pero ¿qué otra cosa?", "a lo mejor debería esforzarme más", "¿y si lo tiro todo y salgo corriendo ahora que no me ve nadie?"... 
Me siento muy atrapada."

Y lo colgué en Facebook, seguido de la siguiente leyenda: Me leo a mí misma con 19 años, y no puedo evitar decirme: anda, guapa, si hubieras sabido la que te esperaba... #estamosigualqueestábamos


Sin embargo, hoy -por variar- estoy un poco menos pesimista y un poco más ilusionada. En parte porque me queda una semana para volver por Navidad, está clarísimo, pero también porque ayer hice la prueba de nivel para las clases de francés, y parece que la ESO dio sus frutos y mi memoria ha sabido guardar la información a buen recaudo, porque voy a entrar directamente al tercer nivel.  Tenía miradas varias academias, pero al final me he decidido por la Universidad V.U.B, porque no quiero dejar tan pronto la vida de Campus. Esta mañana he ido a inscribirme; empezaré las clases en enero, 6 horas semanales, ¡a 1,20 euros la hora! Pero ¿por qué estudiar idiomas es barato en cualquier parte menos en Madrid? En Lituania ya me extrañó que el inglés y el chino fuesen gratis y el resto de idiomas baratísimos, pero esto es Bruselas, donde todo es en general más caro, así que no termino de entenderlo. En fin, lo mismo da; bienvenido sea el curso de idiomas a tan bajo precio.

En otro orden de cosas, la peque lleva mala desde el fin de semana, lo que supone triple de trabajo y menos descanso, pero estoy híperdesarrollando mi imaginación para tenerla entretenida, y entre bailes, canciones, disfraces y cuentos (a este paso, a nivel de locución pronto no tendré nada que envidiarle al Cuenta Cuentos Disney....) lo pasamos bastante bien. El otro día se me quedó mirando (llevábamos una hora jugando a ser la Bella Durmiente y la Bella, a secas, luchando contra dragones, brujas y monstruos marinos) y me dijo: Elena, ¿sabes qué? sería muy divertido si fueras mi hermana mayor y te quedases aquí mucho mucho tiempo.

Mi primera reacción fue de:

Pero luego me acordé de los berrinches diarios y dije quita, quita, que para discutir, me basto y me sobro con mi hermana verdadera. Pero me enterneció mucho (ya, ya sé que tengo un problema con esto de enternecerme, no lo puedo evitar, a ver cómo lo soluciono...)

domingo, 9 de diciembre de 2012

Resumen muy breve del fin de semana

Bueno, a los gatos les gusto. O será que se han acostumbrado a mi olor definitivamente. Whatever. Ahora mismo Nifty (la anteriormente calificada como "gata mala") está hecha un ovillo en mi jersey azul, en mitad de mi cama, y se le están cerrando los ojos. Qué bonito...

El fin de semana ha sido de trabajo intensivo, aunque con tiempo para el esparcimiento, por supuesto. El sábado fui a una reunión del 15M Bruselas, en la que proyectaron este documental. Estaba el director, que nos explicó muchas cosas sobre cómo vivió el aquellos momentos, e hicimos un debate interesantísimo.  Además me sirvió para revivir todo lo que fue la acampada en Sol, y los primeros días del movimiento tras la manifestación del 15 de mayo. Muy emocionante. Quiero más, así que ya les dije que me informasen de las asambleas, porque aunque no esté en Madrid quiero seguir formando parte de esto.
Además, allí conocí -entre otras muchas personas- a Irene, una chica madrileña de 31 años con la que luego me fui a cenar; porque resultó ser de Carabanchel, y claro, alegría generalizada. Hoy, domingo, he terminado viendo en un pub el ManchesterCity-Manchester United, y tengo que reconocer que está empezando a gustarme el fútbol, más allá de si juega el Atleti o la Selección Española.

Y eso es todo (ya lo dice el título, que el resumen es muy breve), porque estoy cansadísima y voy a ver si puedo quitar a Nifty de mi cama sin que vuelva a arañarme o morderme.

Muchos besos a todos, espero que hayáis pasado un buen puente ^^

jueves, 6 de diciembre de 2012

St. Nicolas ha venido...

y me ha traído un regalo! Vale, la emoción no es por el regalo en sí, sino por la sorpresa que me he llevado... no me lo esperaba en absoluto -y no tenían por qué-, pero al volver con las niñas de la escuela, me han dicho "Elena, ¿no has mirado en la chimenea? Esta mañana había un regalo para ti!" Así que hemos ido corriendo, y allí estaba, exquisitamente envuelta: una pulsera negra de cuero con tachuelas, que da tres vueltas a la muñeca y queda preciosa. Además de la tradicional bolsa de golosinas navideñas y un St. Nicolas de chocolate. Hasta casi me he emocionado, porque de verdad que me ha enternecido muchísimo. Y más cuando, al ir a merendar, la mayor se me ha colgado del brazo y me ha dicho al oído: "la elegí yo con mamá, espero que te encante, creemos que te pega mucho" ^^

Segunda sorpresa del día... bien, yo con la peque me paso las tardes cantando, tengo el repertorio de canciones infantiles 100% actualizado, y salto de Disney a los payasos de la tele, a Cosas de niños o, estos últimos días, a los villancicos. A veces ella me canta en francés o vamos las dos en el metro berreando Jingle bells. Y hoy, de repente, estoy preparando la merienda, y oigo una vocecilla detrás de mí cantando: "La gallina turuleta, ha puesto un huevo, ha puesto dos, ha puesto tres..." Claro, me he puesto como loca de contenta, y encima al comentárselo después, me mira y me dice: ¿hay alguna palabra de la canción que signifique "poor" (pobre)? Es que me parece que entiendo eso. Y yo a cuadros... Pero la verdad es que poco a poco van aumentando el vocabulario, y la mayor ya cuenta hasta sesenta de carrerilla. Lo mejor es que estamos cenando y de repente sueltan "papá, mamá, mirad lo que sabemos decir en español", y empiezan a contar, a decir los colores o los días de la semana; o conversaciones del tipo ¿Cómo te llamas?, ¿cuántos años tienes?... y los padres contentísimos, claro.

No, si a este paso veo que entre las canciones, las eternas partidas al UNO (pensé que no podría encontrar nadie más pesado con un juego de mesa que Nuria con el Monopoly, pero éstas niñas la superan), los partidos de fútbol improvisados en el pasillo, el empeño que pone la pequeñaja en enseñarme ballet, las carreras por las escaleras y las sesiones de bailar Gangnam style alrededor de la mesa del comedor, me va a dar penilla irme en Navidad y todo...

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Felicidad nivel au pair.

Acabo de terminar de ver la Bella Durmiente (uaaaargh) con una niña asustadísima al lado, un gato al otro lado, y un segundo gato muy gordo durmiendo encima de mí. Terrible la estampa
¿Cómo he llegado a esa situación? Veamos...

Hoy ha sido un día de esos relajados, bonitos, normales, sin más... dejando a un lado la lluvia, que ya definitivamente no desaparece jamás (a no ser para volver convertida en nieve, claro). Ha venido Margaret, la antigua babysitter, que se vuelve a Islandia por unos cuantos meses, con lo cual el día ha ido rodado. Hasta que hemos vuelto de la piscina. Porque la madre se iba con la hermana mayor al ballet, a ver El Lago de los Cisnes, y en cuanto se han marchado ha empezado la guerra. No quería cenar, no quería escuchar, no quería hacer nada que no fuera terminar de ver la película que habíamos empezado al volver de la piscina. El hermano mayor estaba dando clase de piano con su finísimo profesor al otro lado del pasillo, el padre aún no había vuelto a casa, y la abuela ya se había rendido, así que al final la he dejado sentada en las escaleras con su tremendo drama (es brutal lo de los llantos de mentira, me acuerdo cuando me lo decían a mí de pequeña... ). Y la media hora siguiente ha sido un cachondeo, la abuela y yo cenando solicas en el enorme comedor, yo chapurreando francés en la conversación más larga (y para nada incómoda, por cierto) que he tenido en ese idioma en mi vida. Qué maja la abuela, es una pena que mañana se vuelva para Francia.

Pues estábamos empezando a recoger los platos cuando de repente ha aparecido la pequeñaja, con una corona, una capa y no sé cuántas cosas más -supongo que para disfrazar su orgullo herido, pero nos ha dado la risa al verla...-, se ha sentado a la mesa y se ha comido un plato de pescado+arroz+brócoli que no se lo saltaba un gitano. Y al terminar de nuevo se ha deshecho en mimos conmigo, que como una boba he caído, y en vez de dejarla viendo la película en soledad, me he quedado con ella. Y mira que odio la Bella Durmiente. El caso es que se ha muerto de miedo en cuanto ha aparecido Maléfica, y nos hemos tenido que acurrucar las dos en un cuarto de sofá, con las dos mantas por encima (y un calor...) Pues en esto que se asoma Lilly por la puerta -Lilly es la gata buena, la pacífica, y la que pesa lo mismo que un ternero- y perezosamente se me tumba encima y se duerme. Y yo, inmovilizada. Pues para terminar de arreglarlo, al rato aparece la gata mala, Nifty, que muerde y araña como una posesa, y a la que tengo bastante pánico. Y se ha hecho una bola y se ha acurrucado a mi lado derecho. Con lo cual, imaginaos el cuadro: sudando la gota gorda, con las piernas dormidas bajo el peso de Lilly, la pequeña llorando cada cinco minutos, y yo intentando no moverme por si Nifty se volvía loca y me mordía o algo... 

Cuando ha llegado el padre y ha abierto la puerta, se ha empezado a reír y me ha dicho que si quiero, me lleve a Nifty por Navidad a Madrid, que parece que me ha cogido cariño... 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Hablemos de horarios

Bueno, ya iba siendo hora de tocar un tema que me tiene descolocada desde el día en que llegué a esta casa y a este bendito país (mañana hará un mes, por cierto). Y es el tema de los horarios. Por supuesto ya sabemos de sobra que en España vamos a nuestra bola en lo que a las comidas se refiere, y no es raro comer a las tres ni un pecado cenar a las 10. Por supuesto que las horas de luz afectan, y que no es lo mismo que anochezca  a las 7 que a las 5, pero digo yo... ¿acaso es sano cenar a las 7 de la tarde? Luego se van a la cama y se quedan tan panchos, pero yo que aún sigo con el reloj interno de Madrid, y hasta las 12 o la 1 no me acuesto, tendría que escuchar las quejas de mi estómago noche tras noche. Así que se da el divertimento de bajar cual ninja a eso de las diez a pillar algo en la cocina. Y digo cual ninja porque son cuatro tramos de escaleras que crujen que da gusto; y no es que baje así porque me esté prohibido coger lo que quiera de la cocina, qué va, sino porque tienen el sueño ligerísimo y sé que además me miran raro por ser tan noctámbula...

Claro, así se pegan los desayunos que se pegan, cuando bajo yo a eso de las 9 hay sobre la mesa tal surtido de frutas, bollería, mantequillas, botes de nutella y tés que no sé dónde meten a las horas en que ellos desayunan. La verdad es que tras dos años teniendo horario de tarde -en 3º de carrera en la Carlos, y durante el Erasmus- lo de levantarme a las 7 de la mañana me supera. Asumo que tendré que volver a hacerlo en cuanto encuentre un trabajo de verdad, pero oye, quizás no, y tenga un horario extraño de esos que te obligan medio a vivir de noche. No me importaría, estoy descubriendo que el TFG avanza mucho más en la tranquilidad de las madrugadas que durante la mañana.

Pero a mí, sin ninguna duda, lo que me mata son los domingos. Me levanto tarde, como hoy, que anoche tras la mierda de partido (por cierto, lo vimos en una especie de asociación pro Barça llena de hombres árabes que, curiosamente, apoyaban al Real Madrid. Fue una experiencia muy interesante...) me volví a casa rápido pero no me dormí hasta las 3 de la mañana -luego os digo el motivo-. Pues me he despertado a las doce, y ya he pasado de desayunar, por supuestísimo, porque subía el olor a carne por las escaleras que era mejor anuncio para bajar a la mesa que el grito con el que nos ha llamado el padre 15 minutos después. Y ahora me veo aquí, que es la una y media, y ya siento la modorra de la siesta, provocada por la ratatoui, las patatas con queso, los champiñones y la carne, y siento que no tengo control alguno sobre mi vida. O, al menos, no sobre mis procesos digestivos.

A señalar: si estoy adelgazando, además de por correr detrás de la niña pequeña todo el día, es porque aquí 1) no comen con pan y 2) las salsas las hacen para mirarlas. ¿Sabéis lo que es tener tres barras diferentes de pan delicioso en la panera, y una fuente de salsa con cebolla y especias delante de vuestra cara, y no poder dar cuenta de ellas? Me quedó muy claro el primer día, cuando la mayor saltó de la mesa en un descuido de los padres y cogió el corrusco y lo empapó en la salsa que tenía en el plato. Le cayó una colleja. Y hombre, sé que a mí no me la darían, pero me abstengo. Y se sufre.

(El motivo de que anoche me durmiera tan tarde es que empezó a nevar. Tras sólo un día de frío intenso, después de un bonito mes otoñal, cayó una nevada que en 15 minutos había cubierto toda la calle. No se veían las casas de enfrente, de la cortina de nieve que caía. Era precioso y me quedé mirando por la ventana y con la música puesta hasta que me amodorré y me dormí. La verdad es que esta nieve de cuento ya no me da ningún miedo, después de las avalanchas lituanas y los 30 grados bajo cero).





sábado, 1 de diciembre de 2012

Yo sí que no entiendo por qué...

Bien... tengo que salir para ver el derbi, y debería salir ya si quiero llegar a tiempo de encontrar un sitio decente en el pub. PERO NO PUEDO. Y no puedo porque hay montada una trifulca de tres pares de narices en el rellano delante de mi puerta. La pequeña Juliette berrea que quiere dormir con Elena (useasé, yo). Y yo me pregunto, ¿por qué? ¿Por qué después de una semana intensa de odios, broncas, reconciliaciones y nuevas broncas, ahora quiere dormir conmigo? Me han pedido que hasta que no la metan en la cama no salga, por lo que pueda pasar si me ve. Y aquí estoy, como una boba.