Aunque todo vaya bien, aunque no tengas mucha morriña, siempre se echan de menos los detalles tontos, y cuando ves a tus padres, hermana, abuela y prima pasando un frío que pela en Kaunas, te das cuenta de que en el fondo te hacen mucha falta.
Vimos Kaunas, vimos Vilnius -creo que les gustó bastante- y pasamos más tiempo metidos en restaurantes que en la calle (con el frío y haciéndose de noche a las 5 de la tarde... poco más se puede hacer!). Pero hablamos mucho y nos dimos muchos besos, que al fin y al cabo es a lo que habían venido.
Y así he cumplido los 21... muchas gracias por los emails y por todo (que sepáis que me sentí rarísima abriendo regalos en la habitación de un hotel, sin nada de jaleo alrededor).
¡Felicidades! ¡Qué bien cuidado se le ve a tu padre con solo mujeres en casa! :)
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