Y de pronto, solicité la beca y me enteré de que durante un cuatrimestre me iría a un sitio bastante pequeño y bastante desconocido a intentar sacarme unas cuantas asignaturas y, de paso, a vivir un poco más la vida. Ahora me quedan tres días en Madrid, y parece que (casi) todo me empuja a coger las maletas y salir volando hacia la misteriosa Europa del Este.
Hay quien se va porque no aguanta más aquí, otros porque se aburren de su carrera, algunos quieren olvidar ciertas caras, y unos cuantos simplemente necesitan más aire. Me apunto a todos esos motivos, y sumo dos.
1)Conocer el mundo.
2)Conocer a esa Elena que tanto me confunde.
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