jueves, 21 de julio de 2011

De motivos y otras excusas

A veces las decisiones nos toman a nosotros.  Yo me negaba rotundamente a irme de Erasmus; durante meses esgrimí ante mis padres los archisabidos: "es un año perdido", "es mucho dinero", "lo que necesito es buscar un trabajo" y un largo etcétera.
Y de pronto, solicité la beca y me enteré de que durante un cuatrimestre me iría a un sitio bastante pequeño y bastante desconocido a intentar sacarme unas cuantas asignaturas y, de paso, a vivir un poco más la vida. Ahora me quedan tres días en Madrid, y parece que (casi) todo me empuja a coger las maletas y salir volando hacia la misteriosa Europa del Este.

Hay quien se va porque no aguanta más aquí, otros porque se aburren de su carrera, algunos quieren olvidar ciertas caras, y unos cuantos simplemente necesitan más aire. Me apunto a todos esos motivos, y sumo dos.

1)Conocer el mundo. 
2)Conocer a esa Elena que tanto me confunde. 



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