miércoles, 14 de diciembre de 2011

No sé decir adiós.

Ahora resulta que Elena es incapaz de asomar la cabeza al pasillo para despedirse de dos personas excepcionales. Como si el pestillo o 20 mantas fueran a impedir que les echase de menos.

Bien, Helen, estupendo.


Ezer ez da betiko...









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