lunes, 5 de diciembre de 2011

Exámenes. Sí, esa palabra también está en nuestro vocabulario.

Estoy a punto de terminar un trabajo, pero me ha entrado tal estrés que me he ido a Máxima a comprar pan y pipas, porque preveo que la noche va a ser larga.
He hecho el examen de Post Soviet Transformation, y no me ha salido mal, pero porque he hecho un chanchullo. El caso es que Miguel había resumido la mitad de los apuntes, yo la otra mitad, y luego nos habíamos pasado los resúmenes. Bueno, pues llegamos al examen y nos dan a elegir unas hojas al azar, cada una con diferentes preguntas. Al irse la mujer que nos cuidaba el examen -que no era ni la profesora de la asignatura- le pregunto que de qué va su examen y me dice que de la parte que yo había resumido. Y qué casualidad, que mis preguntas eran de sus resúmenes. Así que en un momento en que la otra no miraba, las hemos cambiado y me ha salido un ejercicio bastante decente.

Y hemos tenido la primera fiesta de despedida. Lorina se vuelve a Hungría mañana. No tenía especialmente con ella mucho trato, pero simboliza la DEFINITIVA CUENTA ATRÁS.

En fin, sigo con lo mío.
Besos para todos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario