Cena internacional

Cuando leía en Madrid blogs de estudiantes que estaban de Erasmus, una de las constantes era: "inolvidable el momento en que haces tu primera tortilla de patata para presentarla en una "típica cena internacional". Pues bien, ese inolvidable momento ha llegado hoy...

Sí, es gracioso hablar de una cena que ya ha terminado cuando sólo son las 9 de la noche (a esta hora, en casa ni siquiera estaríamos poniendo la mesa), pero así son las cosas por aquí -no quiero saber qué pasará en invierno, de verdad que no-.

Las clases de hoy han sido más relajadas que de costumbre, quizás porque todos -profes y alumnos- estábamos pensando en lo que teníamos que preparar para la fiesta. A las 12 y media nos han dejado en libertad, y tras unas últimas compras en Akropolis (jarras para la sangría y un pela-patatas), hemos vuelto a la resi dispuestas a ponernos manos a la obra. Cómo explicaros los nervios que teníamos encima... Tres muchachas que jamás habían hecho una tortilla de patata, y cuyos acercamientos a la cocina se podían contar con los dedos de una mano, han conseguido tres maravillosas tortillas sin ni siquiera mirar en internet, simplemente tirando de "pues en mi casa se hace esto, mi madre le da la vuelta a la tortilla así..." etc El caso es que hemos ocupado la cocina (la hemos invadido, literalmente) durante tres horas, pero ha merecido la pena, vaya si la ha merecido.

Primero, veamos unas fotos del momento más emocionante xD (entiendo que para muchos de vosotros esto carezca de interés, pero para mí ha sido una experiencia importantísima jajajaja)

Jamón para el pan tumaca

Todo ha sido un estrés continuo, hemos terminado un poco pringadas de aceite, pero el resultado nos parecía más que razonable, sólo quedaba esperar el veredicto de nuestra pequeña comunidad internacional...

Mientras la cebolla y las patatas se freían, íbamos cortando manzana para la sangría y preparando el tomate para el pan con jamón... los checos, que trataban de robarnos un fogón, estaban bastante alucinados.

A las cuatro hemos salido hacia la uni. Allí, en el patio, habían preparado una mesita que se ha quedado pequeña en cuanto hemos llegado nosotras con nuestro arsenal. Digamos que la mayoría de la gente no se ha complicado la vida, y ha llevado bebidas típicas (licores absolutamente mortíferos a destajo, vino francés, cerveza lituana, vinos de California...). Pero qué mejor forma de explicarlo que dejar que lo veáis por vosotros mismos...

De la República Checa: cervezas y unas tortas de patata
que estaban realmente ricas

De Rumanía: cerámica típica, fotos y un licor absolutamente asesino (me pusieron un chupito y aún me escuece la garganta)

Cervezas lituanas y, de Rusia, una ensalada (juas) que tenía demasiado pimiento para mi gusto

Las letonas han hecho pan -literalmente, hecho por ellas. Con miel estaba riquísimo.

Dos tartas y un pastel de patata, de parte de nuestros amigos los franceses.

 Y ahora, el plato fuerte. No es porque lo haya hecho yo, que conste, pero ha sido la parte de la mesa más concurrida. Nos hemos puesto preparar el pan con el aceite y el jamón nada más llegar, y la gente alucinaba.
Nos han pedido la receta y todo... qué puedo deciros, la comida ha desaparecido por completo.

Tienen o no una pinta riquísima???

Y bueno... os estaréis preguntando si yo he comido o no tortilla. Pues bien, no sé si será por estar aquí, porque ahora sé cómo se hacen o porque llevaba sin comer nada desde las 12 del mediodía, el caso es que sí, he comido mucha tortilla y me ha sabido a gloria.