domingo, 20 de mayo de 2012

Erasmus is never over.

Son las seis menos veinte, llevo viendo amanecer desde las cuatro y cuarto en la sala de estudio. En tres horas, más o menos, me iré de la resi, y en seis estaré despegando de Kaunas en dirección a casa. 
¿Que cómo me siento?
No siento nada, tengo la mente en blanco. Me he dedicado a escribir unas cuantas cartas y a leer lo que los amigos Erasmus me escribieron anoche -aunque me había prometido que lo leería en el avión. Ya lloraré luego, o cuando vea a mis padres. Ahora sólo quiero observar el bosque lituano, que crece más verde, más salvaje y más hermoso que nunca al otro lado de la ventana, y grabarlo en mi retina, porque de eso tampoco me quiero olvidar.
Durante estos 10 meses he tenido todo.
Quiero seguir conservándolo. No quiero perder esta esquirla de internacionalidad que se ha mezclado con mi ADN. Tengo ganas de más. Ya veremos cuál será el siguiente paso.
Por ahora, agradecida, feliz.
También triste, y mucho, pero de esa tristeza producida por un cúmulo incontable de momentos fantásticos.


2 comentarios:

  1. ¡Hola Elena! Soy Sara, voy a irme de erasmus este año a Kaunas y me he leído tooodas tus entradas acerca de tu experiencia erasmus allí y me he quedado encantada jajaja Me gustaría poder contactar contigo por otro sitio más privado para comentarte algunas cosillas sobre Kaunas. Espero que puedas ayudarme, ¡un saludoo! :)

    ResponderEliminar