domingo, 6 de mayo de 2012

Viaje a Palanga

Vaya fin de semana!!!!!!!
Empezaré diciendo que no tenía muchas ganas de ir al viaje, porque ya lo habíamos hecho el septiembre pasado... menos mal que me dejé convencer por Pablo, Ana y Ander, y que apuntamos a Nacho sin que lo supiera, porque hubiera sido una pena perdérnoslo. 
Salimos de Kaunas con bastante sueño a las 8 de la mañana (la noche anterior la habíamos pasado en Antipops) y tras dos horitas y media dejamos atrás Klaipeda en transbordador y nos adentramos en Curonian Spit o, lo que es lo mismo, el territorio repleto de bosques y dunas que separa the Curonian Lagoon del mar Báltico. Es territorio lituano y se encuentra en la frontera con la zona rusa de Kaliningrado. 
Pues bien, no me esperaba nada nuevo, pero nada más llegar fuimos viendo nubes y nubes de mosquitos que aumentaban según nos acercábamos al bosque de las brujas. Al bajar del autobús tuvimos que correr y taparnos las cabezas con pañuelos y sudaderas porque los bichos se metían por cualquier orificio. Agobiante.
Visitamos un museo sobre el ámbar encontrado en Curonian Spit, pero todos estábamos más pendientes de los mosquitos que embestían contra las ventanas que de lo que nos contaba la guía. Tenía miedo de que el paseo por el bosque se convirtiese en una tortura, pero no fue así. Los nubarrones zumbeantes preferían la orilla del la laguna (gracias a dios...). Anduvimos con calma, disfrutando de las esculturas, de la sombra, de las historias que nos contaba la guía sobre la estatua de tal bruja, o de tal mujer-gigante de la mitología lituana que salvó al hombre del que estaba enamorada (cuyo castillo se derrumbaba siempre no sé por qué motivo; como ella era muy fuerte, lo reconstruyó de forma definitiva)... en fin, de todo. Al terminar, corrimos de nuevo al bus, aunque antes nos hicimos unas cuantas fotos. 
Entonces vino el primer gran momento del viaje. La siguiente parada eran las dunas. Se suponía que teníamos que seguir el camino hacia un mirador, pasar allí un rato largo viendo el paisaje y después volver. Pues Ana, Vendy, Emma y yo decidimos salirnos del camino asfaltado y tirar directamente por la arena. Bendito momento. Ander, Asier y Nacho vinieron con nosotras, y echamos a correr sobre la arena dejando los zapatos tirados en cualquier lado. Correr sobre la arena de una duna es una de las mejores sensaciones del mundo. Yo iba la primera, por algún motivo tenía la extraña necesidad de llegar a contemplar el mar en soledad durante dos minutos antes de que llegaran los demás. 
Maravilloso. Intentaré describirlo: iba corriendo sobre la arena y algunos hierbajos, y veía más ondulaciones ante mí. De pronto se suavizó la curva, y la arena hacía una caída casi vertical de unos diez metros, hasta llegar al mar, a una playa diminuta. Me quedé sentada absorbiendo todo el paisaje. Algunos barcos de vela hacían prácticas no muy lejos. Llegaron los demás y tras cinco minutos pregunté sin muchas esperanzas que si pensaban que teníamos tiempo de bajar a mojarnos los pies. Nos quedaba media hora. Ander y yo nos tiramos duna abajo, y aunque daba miedo, la propia arena te frenaba, y no parecía que estuvieras bajando en vertical. El agua estaba muy fría, pero no imposible. Pantalones remangados hasta la rodilla y a disfrutar de ella. El resto del grupo nos vio desde el mirador y no tardaron en unirse. En un rato ya erámos ocho o nueve los que nos mojábamos los pies. Entonces se me empezó a ocurrir una idea, pero por supuesto me daba vergüenza (ya sabéis cómo soy). Vendy estaba a mi lado, y le pedí porfavorporfavorporfavor, vamos a bañarnos, aunque sea cinco minutos. No teníamos bikini, porque hacía un frío que pelaba, así que tras dudar dos segundos nos alejamos un poco del resto y nos tiramos al agua en ropa interior. En seguida empezamos a oír gritos de los de arriba, y Nacho se nos unió a los cinco minutos. No daba para más de diez brazadas, pero fueron de las mejores de mi vida. Me encanta el Báltico, y las dunas más :)
Volvimos corriendo para arriba, llegamos tarde al bus pero todo eran risas, y nos llamaban locos pero el subidón de adrenalina había sido tal que nos duró el buen humor durante todo el día.
Nos fuimos camino de Palanga, y al llegar al hotel nos dieron tiempo libre. Tiramos para Máxima, compramos cena y alguna Kalnapilis y terminamos invadiendo el cuarto de Ander, Nacho y Asier y comimos todos juntos. Luego salieron de fiesta, pero una servidora tuvo que quedarse porque el baño de la tarde agravó el catarro... 
Esta mañana hemos madrugado con intención de volver a la playa, pero el tiempo se ha puesto horrible y antes de llegar ya estaba lloviendo, así que nos hemos metido en un bar y hemos desayunado arropados en mantas. Cuando ha parado la lluvia hemos retomado el camino y yo aún me he mojado los pies cinco minutos, aunque hoy sí que estaba congelada. Volvimos al bus y, de pronto, nos anuncian otra parada "para comer". Eran las 12, no teníamos hambre ninguna, y curioseando por los alrededores del restaurante hemos descubierto un circuito entre los árboles, calcado al "De pino a pino" que hicimos en Soria!! Así que Ander, Asier, Fracesco y yo nos hemos puesto los arneses y p'arriba. Ha sido genial, difícil porque a ratos llovía, pero me ha costado menos que la otra vez... al menos no me he quedado colgada del arnés ni ha tenido que venir nadie a rescatarme! Ana, Nacho, Ale y Youngwook caminaban por debajo mientras tanto, haciendo fotos y comentarios que no ayudaban en absoluto xD
Y tras dos horas de circuito de nuevo al bus, devorar los bocatas y caer rendidos. Aún ha habido otra parada, en la colina de las cruces, pero esta vez ni he bajado, porque diluviaba y -total- ya la tenía vista.
El último tramo del viaje en bus ha sido el mejor. En la parte de atrás íbamos Francesco, Nacho, Asier, Volkan, Ana, Ale, Jiří y yo. Pues nos ha dado por hablar de libros de ficción (hay devoradores, como Ana, Nacho, Francesco y yo, alérgicos como Ander y Volkan e indiferentes como Asier). Nacho llevaba encima "Ficciones", de Borges, con prólogo de Jose Luis Rodríguez Zapatero (después de leer eso y suponiendo que de verdad lo haya escrito él, me cae un poco mejor el ex-presi). Lo he leído en voz alta y lo hemos traducido, y todo ha derivado en una conversación muy friki sobre el Silmarilion y sus influencias de la Biblia y la mitología griega. Sí, señores, ven como en el Erasmus las fiestas no lo son todo!!!! :D
Tras tan interesante momento, hemos tenido otro curioso debate sobre las figuras que se utilizan para asustar a los críos por la noche en los diferentes países o culturas. Del coco y sus variantes internacionales al hombre del saco. Y cuando ya llegábamos a Kaunas, aún íbamos explicándonos los unos a los otros cómo respondemos al teléfono: los ingleses dicen "hello", nosotros "sí" o "dígame", los italianos "pronto", o los turcos y algo que no sé cómo se escribe pero que literalmente significa "hi, sir" (hola, señor). Cómo me gustan esa clase de conversaciones. No tienen ninguna aplicación útil, y sin embargo sales de ellas con la sensación de estar aprendiendo algo.

Y... aquí estamos! Mañana hay clases y clase, me quedan QUINCE días (NOOOOOOOOOO ¿POR QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE?), así que vamos a cenar salmón (un capricho culinario de vez en cuando :D) y a descansar, que falta nos hace.

Fotos! Primero de la Turkish Cultural Night, luego del viaje.
Yo en la terraza de Dzem Pub con la bandera de Turquía
Con Ana, Serpil,Tugce, y Celia
Probando comida turca, con Tugce, Orinta y Youngwook
Con Sarpil, Celia, Ana, Sky, Sergeys, Bonyu, Youngwook, Ander, Pablo y Ale
Los mosquitos de Nida :S 


Youngwook y Renate










































































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